_
_
_
_

Un acusado de matar a su mujer niega que pelearan por su relación con una prostituta

Sebastián P. R., acusado de estrangular a su esposa, M.E.L.P, de 29 años, el 15 de agosto de 2002 en el domicilio familiar de Dolores (Vega Baja), se declaró inocente ante el tribunal popular que le juzga en la Sección VII de la Audiencia en Elche, y descartó que su esposa conociera la relación que mantenía con una prostituta, A.V., trabajadora de un club de Santa Pola. Este hecho, según el fiscal, pudo ser el motivo de la disputa y del posterior homicidio.

La Guardia Civil detuvo a Sebastián horas después de que los vecinos hallaran el cadáver. Los agentes sostuvieron que el imputado fue el autor de la muerte de su mujer durante una disputa en la madrugada del 16 de agosto y que luego trató de simular un asalto a su vivienda.

Sebastián, que se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel por asesinato, que solicita la familia de la fallecida, negó que su mujer "pudiera haber visto el vídeo" en el que aparecía él con la joven trabajadora del local de alterne y descartó que se produjera ninguna discusión. "Esta videocámara la llevo siempre conmigo por mi trabajo", explicó Sebastián, albañil de profesión.

Sin embargo, tanto el fiscal como la acusación particular indicaron que la discusión que pudo motivar la agresión y la muerte de la mujer se produjo cuando ésta descubrió el vídeo de su marido y de la joven prostituta. Las acusaciones hicieron hincapié en los cables de la videocámara, hallados conectados al televisor, además de las señales en una mano del acusado, que podrían haber sido ocasionadas por la fuerza utilizada sobre el cordón de zapatos usado para estrangular a su esposa.

Cita con el médico

El imputado lo negó todo. Afirmó que no tuvo relación estable con la prostituta, a la que regaló zapatos, blusas y otros objetos, y trató de justificar la grabación como una casualidad. El relato que ofreció ayer el imputado comenzaba sobre las 6.30 de la mañana del 16 de agosto de 2002, cuando salió a trabajar. Según la explicación dada ante el jurado popular, comenzó a sospechar de que algo ocurría en su casa cuando le llamó su suegra, que esperaba a su hija para una cita con el médico. Sebastián reaccionó llamando a su vecina, y a una sobrina de ésta, para que averiguaran dónde estaba su mujer. Posteriormente, la descubrieron muerta en su casa. También negó la discusión previa, después de que su mujer viera el vídeo, y afirmó que durmieron juntos. No obstante, el letrado de la acusación le mostró una fotografía del cadáver, donde la cama estaba intacta y donde había ropa de mujer por toda la habitación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por otro lado, un hombre acusado de agredir sexualmente a su compañera y de infligirle malos tratos negó ayer los hechos, ante el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Alicante. El procesado reconoció, no obstante, que pegó en cuatro ocasiones a la mujer porque le mentía. El fiscal pide para el procesado seis años de prisión, informa Rebeca Llorente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_