Castillos en el aire

Aunque se le terminó el tiempo, continua abierta la inscripción. Ignorándose las causas, si fueron por excesos o por defectos, el caso es que a última hora se amplía el plazo de entrega de ocurrencias para el concurso internacional de ideas para la Encarnación, donde se construirá El Emblemático, la cripta museística de Hispalis, y la estación del Metro de Sevilla, entre otras edificaciones.

Paradoja: Se acabó el dinero para las excavaciones y su posterior puesta en valor. Vamos, que no queda ni un euro (antes duro). El tiempo pudo alargarse fácilmente, pero el dinero como siempre bien que se quedó corto. El ingenio creativo se podrá ver en el futuro, en los paneles: A la pequeña Julia, tal como está la cosa, para verla en su totalidad se tardará algún tiempo.

En este caso la suerte de Hispalis depende de la Consejería de Cultura. Tal vez si se convocara un concurso para encontrar los recursos suficientes se terminarían, a tiempo con el de las ideas, aunque a lo mejor, con unas pocas monedas bastaría y sucede lo del tanguillo, que aparezca, a falta de playa, media Sevilla en el solar, dispuesta a dejarse las uñas y el pelo, para buscar el tesoro que aun queda oculto.

En una semana, escarbando como la suegra por la noche de día y por la mañana, posiblemente se acabarían de una vez. Lo que permitiría disponer de tiempo más que suficiente para que los rezagados, con suerte, tengan las ideas claras de donde se pueden colocar los pilares, donde queda la paleocristiana, la casa de las sectiles, la taberna argentaria, la calle peatonal, los muros Flavio y Julio, y la almohade de la Felicidad. A menos que se piense que el Emblemático puede construirse en el aire, como los castillos.