Borsig renegocia el cierre de la venta de Babcock con ATB
La empresa alemana Babcock Borsig renegociaba anoche en Madrid con la austriaca ATB la venta de su filial Babcock Borsig España. El negociador plenipotenciario alemán para firmar la venta, Dr. Kramzlin, señaló ayer antes de entrar a la reunión con ATB, que el grupo austriaco es la "opción técnicamente más fácil". Si bien en un primer momento la operación se iba a cerrar con el pago de un euro, la firma alemana, tras asegurar que cuenta con una oferta del grupo noruego Enviroarc, pide ahora más porque asegura que la ley concursal alemana, en defensa de sus acreedores, así se lo pide.
Borsig quiere que se acepte el trasvase de 1,7 millones de euros por servicios, que asegura se han prestado a la filial española, y que se pague un precio de 500.000 euros por la compra. ATB ya manifestó que estaba dispuesta a llegar hasta un millón de euros (ver EL PAÍS del 18 de enero). Al cierre de esta edición ambas empresas negociaban una salida que termine con la situación de incertidumbre y no lleve al cierre a Babcock, que se encuentra sin liquidez para pagar las nóminas más allá de febrero.
UGT y CC OO, los sindicatos representados en el Consejo de Administración de la filial española, presentaron ayer su dimisión en la reunión del consejo que se celebró en Madrid. Ambas centrales consideran que se está haciendo un chantaje a la empresa y que se les ha ocultado información sobre el proceso de venta.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que ha apadrinado la venta al grupo ATB tras un proceso en el que fueron descartadas Enviroarc y la mexicana Ultramar, mantenía ayer que su única opción son los austriacos. La SEPI recalca que no está dispuesta a volver a pedir a la Comisión Europea que autorice otra operación de venta distinta. La SEPI mantiene congelados 104 millones de euros desde que se declaró la suspensión de pagos de Borsig Alemania. Kramzlin considera que ésta no fue una decisión legal.
