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Crónica:FÚTBOL | Vigésima jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Karpin deja su sello en Anoeta

La Real ha pillado la racha que esperaba y tras dos victorias inesperadas (Málaga y Real Madrid) ayer incluso se permitió el lujo de golear al Espanyol jugando al tran tran. La peor noticia de la Real, ahora que ha escapado del infierno, es que Karpin se mantiene en sus trece de dejar el fútbol al término de la presente temporada. El ruso cree que su ciclo se ha acabado y ha decidido marcharse a lo grande, sin perder un ápice de actitud (la que reclama la Real en los partidos grandes y en los pequeños) y sin perder un gramo de fútbol, eso sí mejor dosificado, amasado con la misma intensidad aunque con la necesaria tranquilidad.

Cuando el partido le requirió estuvo ahí. Para marcar el penalti incuestionable que Pochettino cometió sobre Kovacevic. Y sobre todo para inventarse una jugada típica de extremo, similar a las que ha construía hace diez años, con la punta de la bota, la cabeza alta y la sangre fría hasta dejarle el gol en el pie a Gabilondo. El último tanto lo marcó Nihat desacreditando a Lemmens, que echó el trasero al suelo cuando el turco apenas movió la ceja.

REAL SOCIEDAD 3 - ESPANYOL 1

Real Sociedad: Alberto; Potillon, Kvarme, Schurrer, Aranzabal; Karpin, Xabi Alonso (Alkiza, m. 60), Aranburu, Gabilondo; Nihat y Kovacevic.

Espanyol: Lemmens; Domoraud, Pochettino, Lopo, David García (Vignal, m. 54); Álex Fernández (Velamazán, m. 60), Morales (Óscar, m. 84); Maxi, Jordi Cruyff, De la Peña; y Tamudo.

Goles: 1-0. M. 7. Karpin, de penalti.. 2-0. M. 85. Centro de Karpin que Gabilondo empuja a la red. 3-0. M. 89. Nihat, en jugada personal. 3-1. M. 91. Jordi cabecea un centro de De la Peña.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Kvarme, Schurrer, Xabi Alonso, Morales, Jordi Cruyff, De la Peña y al técnico del Espanyol, Luis Fernández.

Unos 24.000 espectadores en Anoeta.

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La peor noticia para el Espanyol es que tendrá basar la salvación en dos jugadores: Morales, por lo que suda, y De la Peña, por lo que juega. Lo pelat, está claro, no ha perdido la ilusión. En el Espanyol lo hace todo. Sus estadísticas deben ser apabullantes, pero casi nunca encontró un socio acreditado. Jordi Cruyff sólo apareció en el descuento, eso sí, para marcar un gol bellísimo por su dificultad, a efecto de inventario, tras el vigésimo centro de De la Peña. Pocos mimbres para una situación tan acuciante.

La Real ni siquiera necesitó jugar bien el fútbol. Con hacer lo correcto le sobró para lograr una victoria tan cómoda como holgada. El Espanyol es un manojo de buenas intenciones y sacrificio compartido, pero es poquito más. En cuanto la Real le metió el diente en el penalti de Pochettino (fruto de la desatención más que de la impetuosidad), cogió la presa y no la soltó. De poco valió que los periquitos pusieran todo para empatar y que gozaran de dos ocasiones de Morales y Jordi Cruyff, que acumularan minutos de posesión inútil, que buscaran a Tamudo sin encontrarle casi nunca.

A la Real le sobraba hasta Xabi Alonso, sustituido por Alkiza, porque le bastaba con Karpin, la movilidad de Kovacevic y algunas travesuras de Gabilondo para rendir un partido excesivo en goles y carente de argumentos profundos. En el banquillo, a Luis Fernández le sacaron tarjeta por reírse de una decisión arbitral. Era reír por no llorar y el árbitro lo entendió mal.

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