El pleno de Cádiz acordó hace ocho meses demoler el edificio donde murió un joven tras un derrumbe

El pleno del Ayuntamiento de Cádiz aprobó hace ocho meses un convenio con el Ministerio de Economía que contemplaba la demolición de la antigua Academia de Artillería. El edifico se desplomó parcialmente el viernes y causó la muerte de Manuel Gallardo Selma, un joven de 15 años, y heridas de distinta consideración a otros dos menores, de 14 y 16 años. El gobierno local justificó ayer que no agilizara el derribo de estas instalaciones porque los técnicos municipales no apreciaron en sus inspecciones que existiera peligro de derrumbe. La versión contrasta con la que ofrecieron los bomberos tras el suceso. Un portavoz de estos profesionales afirmó entonces que el edificio estaba en "semirruina".

Fuentes del gobierno local, del PP, confirmaron ayer que el pleno municipal aprobó hace ocho meses un convenio que contempla la demolición del edificio. Las mismas fuentes explicaron, en descarga del Ayuntamiento, que los técnicos municipales concluyeron el proyecto de derrumbe hace poco más de un mes, a principios de diciembre de 2003. El Ayuntamiento estaba pendiente de adjudicar la demolición. Asimismo, justificaron que el Consistorio no declarara la urgencia del derribo en que los técnicos que inspeccionaron este enclave no "advirtieron riesgo de derrumbe". La versión del Ayuntamiento no coincide con la ofrecida por los bomberos que intervinieron en el rescate. Un portavoz de este cuerpo achacó el trágico derrumbe al mal estado de las instalaciones y afirmó que éstas se encontraban en "semirruina".

El joven fallecido fue enterrado ayer en el cementerio de Chiclana de la Frontera. La ceremonia se ofició en la intimidad familiar. Un equipo de médicos del hospital Puerta del Mar de Cádiz le realizó la autopsia por la mañana. El joven apareció sepultado bajo toneladas de escombros. Los bomberos tardaron seis horas en localizarlo. En ese tiempo, un equipo de psicólogos atendió a los familiares del joven.

El primero de los heridos, cuya identidad responde a las iniciales J. P. R.G., de 14 años, fue dado de alta después de ser tratado de sendas fracturas de la tibia y de un brazo. El segundo de los heridos, J. A. A.G., de 16 años, que presentaba mayor gravedad, permanecía ayer ingresado. El joven evolucionaba favorablemente después de ser intervenido quirúrgicamente de la fractura de dos vértebras y de la mano izquierda, que resultó machacada por los escombros. Ha perdido parte del dedo meñique y los médicos no descartan su amputación. También presentaba heridas incisivas en el brazo izquierdo y una fisura en una pierna.Varios testigos señalaron que los chicos iban a jugar al fútbol en un descampado que hay junto al edificio siniestrado.

La oposición política y personas cercanas a la familia de la víctima se preguntaban ayer por qué el Ayuntamiento de Cádiz no agilizó el derribo de estas instalaciones, que estaban abandonadas. Los vecinos habían denunciado en multitud de ocasiones la presencia de okupas, indigentes y niños. También habían denunciado la sucesión de actos vandálicos, especialmente los reiterados incendios de vehículos. Un portavoz del Consorcio Provincial Contra Incendios informó ayer de que ha intervenido en más de una docena de ocasiones en los últimos meses para apagar fuegos en esta zona.

Construido en 1943

La antigua Escuela de Artillería de Costa de Cádiz se empezó a construir en 1943 y terminó en 1954. Acogió la Escuela de Aplicación y Tiro hasta que fue clausurada el 29 de diciembre de 2000. Dos años más tarde, el 10 de diciembre de 2002, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, y el ministro de Defensa, Federico Trillo, suscribieron un convenio por el que el Ayuntamiento de Cádiz recibía la propiedad de éste y otros tres equipamientos militares en desuso a cambio de 2,7 millones de euros.

Unos meses más tarde, Martínez suscribió otro acuerdo con el ministro de Economía, Rodrigo Rato, según el cual el municipio cederá estos terrenos al Instituto de Turismo de España, Turespaña, dependiente de este ministerio, para la ampliación del Hotel Parador Atlántico, anexo a estas instalaciones. A la espera de la firma definitiva con Economía, el pleno del Consistorio gaditano dio en mayo de 2003 luz verde a esta operación, en la que el Ayuntamiento se comprometía a dejar expedito estos terrenos. El Ayuntamiento de Cádiz suspendió el acto oficial con el que iba a dar el pistoletazo de salida de los Carnavales, la imposición de bandas a las ninfas del Carnaval, en señal de duelo por la muerte de un joven.