_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Estupor

Releo con cierto deleite un invectivo artículo de Rafael Xambó contra la sugerencia (y también contra mí) que en su momento hice (elecciones generales de 2000) para que el BNV buscase la alianza electoral con EU a fin de colocar un diputado en el Congreso por Valencia a cambio de darle con la suma de los votos nacionalistas en Alicante un diputado a EU, y beneficiarse ambos de una suma de conveniencia, que no de convergencia, debidamente legitimada por la injusticia flagrante del sistema electoral. Recuerdo, además, como el BNV, en un alarde de autismo digno de mejor causa, incluso consiguió embarcar al profesor Mira y al escritor Torrent en una candidatura en solitario de imposible éxito, haciendo caso omiso a toda prudencia política y despreciando olímpicamente las sugerencias a la vez que bienintencionadas conectadas con estudios detallados del mercado político y electoral de quien esto escribe de no ir a una derrota gratuita. Cuatro años después, y cuando todo apuntaba a que la nueva dirección del BNV estaba dispuesta a liarse la única manta a la cabeza que le puede dar algún rendimiento, es decir, la de acudir a las generales con una coalición electoral con EU para sumar votos; cuando parecía que sólo se buscaba la suma (y no un matrimonio político), que a mí, vuelvo a repetir, me parece una decente, profiláctica, didáctica, justa y pertinente respuesta al cinismo con que los dos grandes partidos estatales se reparten los restos que un sistema electoral leonino roba, y digo bien, roba para ellos en desprecio de la proporcionalidad, va y parece que el pacto era sólo humo y, en su lugar, se estaría orquestando una auténtica broma. En efecto, el BNV, en su política de sumas no tiene nada mejor que hacer que abrir las puertas a los cadáveres (políticos, se entiende) insepultos de la enésima escisión de UV para configurar con ellos una plataforma, ¿esa sí, de verdad vertebradora y capaz de conseguir el éxito? Releyendo al Xambó que literalmente me insultaba por proponer en el 2000 aquella coalición estrictamente contra el sistema electoral y viendo que, al parecer, ahora anima la constitución de una corriente interna en el BNV de corte soberanista y de izquierda en respuesta al candor de los pactos que se anuncian, no puedo sino felicitarme por ser, muy a mi pesar, de entre todos los nacionalistas que el BNV ha despreciado, el más apenado por la deriva fatal que ese partido se niega a abandonar, y al mismo tiempo, el más feliz porque mis contraopinantes en el tema siempre acaban cumpliendo la penitencia. Querer construir un espacio nacionalista con los restos de lo que fue UV, buscar a políticos que nunca fueron nada, ni siquiera cuando tenían cargo y coche oficial, sería la gota que colma el vaso de los despropósitos políticos. No contentos con haber desaprovechado la crisis del PSPV-PSOE, que ha durado una década, para construir y llevar al éxito a una gran plataforma del valencianismo democrático y progresista, y horrorizados ante la eventualidad de tener un diputado en Madrid de la mano de la suma de votos EUPV-BNV, les parece más lógico, honesto, clarificador y patriótico pactar con gente que nunca rectificó en sus excesos cuando estaban en activo que compartir el cartel con valencianos progresistas que, aunque dependan de Madrid, se ocupan de problemas concretos de las clases populares de nuestro pequeño país, jamás han ofendido a nuestra lengua y cultura, y, por supuesto, no tienen que pedir perdón a nadie por ser lo que son. Lo dicho: ¡Estupor!

Vicent.franch@eresmas.net

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_