"El jazz muestra al mundo cómo somos los americanos"
Dueña de una voz poderosa y profunda, dentro del estricto canon moderno pero misteriosa como si llegase rebotada en piedras milenarias, Cassandra Wilson (Jackson, Misisipí, 1954) es una de las grandes indiscutibles del jazz moderno. Elude la puesta en escena palaciega de Diana Krall y tampoco comulga con la imagen neocampera de Norah Jones. Siguiendo escrupulosamente su propio código artístico, Wilson acaba de editar Glamoured (Blue Note), brillante continuación de su aclamado disco anterior, Belly of the sun.
En plena madurez, Cassandra entiende a la perfección lo que representa ser una auténtica cantante de jazz. "Los vocalistas de jazz tenemos un fraseo más libre y sabemos cómo utilizar la improvisación", dice. "Como los instrumentistas, también debemos entender la teoría y la mecánica de la canción, lo que nos permite hacerla llegar al público cada vez de una manera distinta. Ese aspecto me ayudó a desarrollar en 1997 un proyecto en homenaje a la música de Miles Davis [Travelling Miles]. Elegí conscientemente diferentes piezas de su trayectoria, tanto de la acústica de los años cincuenta como de la eléctrica de los setenta y ochenta. Intenté ponerme en su lugar. Quería que fuese un tributo no sólo al Miles músico, sino también al Miles metáfora".
La puesta en directo de Traveling Miles obtuvo una respuesta entusiasta y llenó durante seis días seguidos el neoyorquino Carnegie Hall. Poco antes, Wilson había aportado algo más que un granito de arena a Blood on the fields, una obra ambiciosa que le valió a su autor, el trompetista Wynton Marsalis, el primer Pulitzer concedido a un músico de jazz, y hasta fue fotografiada por Annie Liebowitz.
"Poner en marcha el homenaje a Miles no resultó sencillo", recuerda Cassandra, "pensé que debía empezar por donde Davis estaba cuando falleció. Sabía que le hubiera gustado escuchar algo diferente, y para conseguirlo tuve que interiorizar poco a poco cada tema. Preferí ir a la fuente y no escuché demasiadas versiones de su música. Siempre consideré a Miles un cantante, y quizá por eso trabajó con tan pocos, pero le gustaban Frank Sinatra y Billie Holiday, de modo que su talento melódico me facilitó el montaje de algunas canciones, sobre todo de las más antiguas".
Comprometida con los principios del movimiento de avanzada M-Base, Wilson grabó sus primeros discos con ayuda de instrumentos eléctricos y bajo la dirección conceptual del saxofonista Steve Coleman, pero el fichaje por Blue Note modificó en parte su forma de manifestar la música. Los arreglos adelgazaron hasta quedar en tenues estructuras acústicas guiadas por guitarras, contrabajo y percusiones discretas. Así fueron surgiendo Blue light 'til down, New moon daughter y Belly of the sun. Luna y sol como dos haces de luz antagónica que confluían sin jerarquías en la garganta de Wilson. Belly of the sun lanzaba una mirada a su pasado sureño, al blues y a la gente que lo ha cantado durante décadas más por necesidad que por placer. De hecho, se grabó en una vieja estación de ferrocarril abandonada. Glamoured, a pesar de su título, también lleva el inequívoco sello Wilson, aunque esta vez a través de canciones escritas por músicos de muy diverso temperamento artístico: Sting (Fragile), Bob Dylan (Lay lady lay), Willie Nelson (Crazy) y Muddy Waters (Honey bee).
"La música es un idioma maravilloso", afirma. "Todas las músicas son La Música. Básicamente es una vibración y todo el mundo reacciona ante ella de una manera u otra. En concreto, el jazz simboliza para mí parte de la historia de Estados Unidos. Es un patrimonio muy importante, porque muestra al mundo cómo somos los americanos. Cualquier cosa puede influir en el jazz: la pintura, la escultura, los paisajes. En realidad, el término glamoured se me ocurrió mientras leía un libro de un autor irlandés sobre la historia de una falda escocesa. Investigué y cuando llegué a la definición me quedé fascinada: glamoured viene a significar 'bajo encantamiento' o algo relacionado con la magia. Espero que a quien me escuche le llegué al menos un poco de ese misterio mágico".
Babelia
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