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PARÍS | LA CARRERA DE LOS JUEGOS

El tercer intento de la capital francesa

La capital francesa intentará de nuevo -ya quiso conseguirlo en 1992 y en 2008- ser elegida sede de los Juegos Olímpicos de 2012. Respecto a su última tentativa, hay un cambio importante en el dossier: la villa olímpica ha modificado el emplazamiento ante la evidencia de que el previsto para 2008 ya está siendo edificado.

La filosofía del proyecto de París para los Juegos de 2012 sigue siendo la misma. Para el alcalde, Bertrand Delanoë, "el deporte es portador de vínculo social y de valores" y eso, en Francia, se concreta en un elogio "de un deporte multirracial y multicolor que juega un gran papel en la integración social".

Atletas de origen caribeño como Muriel Hurtis, o magrebí, como el futbolista Zinedine Zidane, respaldan la candidatura parisina y dan rostro al discurso social de la alcaldía.

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El director del proyecto es Philippe Baudillon, un cincuentón que tiene experiencia televisiva y también como consejero de una antigua ministra socialista de Juventud y Deportes. De momento todo se mueve dentro de una relativa modestia y se afirma que el dossier de la candidatura, con todo el trabajo de planificación, no costaría más de 15 millones de euros.

Instalaciones

Las instalaciones centrales no son ninguna novedad. El estadio es el Stade de France, elegante y cómodo, concebido para 80.000 espectadores y bien preparado para los medios de comunicación.

El pabellón polideportivo es el de Bercy, que ha acogido competiciones en pista o finales europeas de baloncesto y tiene una capacidad de 15.000 plazas.

La piscina olímpica sí sería de nueva planta, mientras que las competiciones de hípica se desarrollarían en la inmejorable escenografía que ofrecen las grandes extensiones de hierba vecinas a la torre Eiffel.

El estadio de Roland Garros resuelve la competición de tenis; el Grand Palais, el concurso de esgrima, y la ciudad dispone de buenas pistas de atletismo para entrenamiento, así como todo tipo de otras instalaciones deportivas.

La villa olímpica, que para el 2008 se había previsto en el suburbio de Saint-Denis, en el norte, junto al gran estadio, estaría ahora más cerca del centro de la ciudad, en el barrio de Batignolles, ocupando antiguos terrenos de la SNCF, los ferrocarriles galos.

Ahí, en los espacios hoy ocupados por almacenes, talleres y vías, se levantaría la nueva villa olímpica, concebida para transformarse después en un barrio de vivienda social, un tipo de apartamentos de los que la alcaldía reclama un mayor número para evitar la progresiva expulsión de las clases populares del centro de la capital.

Hoy las vías de Batignolles dividen en dos un distrito de la capital: los ricos, al oeste; los pobres, al este. A la vera de las vías ya se ha edificado un teatro -la sede alternativa del Odeon- y existen pistas de atletismo, un velódromo y terrenos de fútbol.

Todo indica que París es la gran rival de Madrid en la organización de los Juegos del 2012. Esa condición no se la da únicamente su proyecto, sino la política olímpica y la distribución de votos entre los miembros del Comité Olímpico Internacional.

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