Como el pan caliente
El festín de Alejandro es Händel de pura cepa. Una especie de celebración de la música en la que se suceden recitativos, arias y coros con esa capacidad única de su autor para que todo suene sorprendente, para que la belleza fluya sin descanso. Mozart no arregló la pieza de Händel sólo por razones alimenticias -y le pagaron mal-, también porque admiraba a su autor. Suprimió el órgano y dio cierto protagonismo a los instrumentos de viento, añadiendo un par de clarinetes que no dejan de resultar curiosos para el oído hecho a la versión original.
De The English Concert hay poco que señalar que no se sepa. Con su nuevo titular, Andrew Manze, siguen siendo tan buenos como con Trevor Pinock, lo que ya es decir. Su coro homónimo es un prodigio: empaste, belleza en el color, calor comunicativo. Los solistas lucieron muy buena clase, empezando por la soprano Dominique Labelle, que dio una emocionante lección de cómo se canta esta música. Julian Podger suple con verdadero estilo el formato más bien pequeño de su voz. Roderick Williams es más un barítono que un bajo y sorteó sin problemas todas sus intervenciones. Manze dirigió con un cuidado absoluto en una de esas interpretaciones que el oyente tiene la sensación de que se van construyendo verdaderamente en tiempo real, en las que la evidencia de los ensayos se olvida ante la manifestación del instante recién hecho, como el pan caliente.
The English Concert
Andrew Manze, director. Dominique Labelle, soprano. Julian Podger, tenor. Roderick Williams, bajo. Händel-Mozart: El festín de Alejandro. Auditorio Nacional. Madrid, 10 de enero.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.