Decepción

Por el módico precio de 50 euros he tenido la oportunidad de asistir a una fiesta de Nochevieja muy especial. Tras consultar variadas opciones y precios, casi todos desde 49 euros, el lugar elegido resulta ser el Círculo de Bellas Artes, suena bien... El lugar prometía: bonito edificio, trayectoria en encuentros culturales, bien comunicado... Además, en Internet se anunciaba la fiesta en tres ambientes: Sala Latina, House y Chilout, con gogós y todo; tres salas sí había, pero en las tres la misma música: bakalao, y los/las gogós... ¡invisibles!

Para acceder al bonito edificio, una hora de cola, otra media hora para el guardarropas (¡a tres euros por prenda!), otra hora para pedir una bebida, otra media hora para el servicio. En fin, tres horas de cola y otras tres de bakalao, pero ni un mal canapé que llevarnos a la boca.

Del espléndido cotillón: un matasuegras y dos serpentinas; todo, con bolsa incluida, iba a parar al suelo, lo que, junto con el vertido masivo de bebidas, formaba un barrillo resbaladizo y empapante para los vestidos largos (¡otros 20 euros en la limpieza en seco!). Yo, de esta institución que conocía por otros eventos, exposiciones, presentaciones literarias, etcétera, esperaba otra cosa.