"Deberían cerrar la Gran Vía al tráfico todos los domingos"

La imagen se repitió ayer por, de momento, última vez. Miles de personas tomaron por quinto domingo consecutivo la Gran Vía y pasearon a sus anchas por donde normalmente circulan los coches. Tan sólo las motos, las bicis, los autobuses y los taxis pudieron transitar por el carril central de la calle. Los comerciantes apoyan la medida, aunque aseguran que no han visto aumentar las ventas. "Lo tendrían que hacer todos los domingos del año, no sólo en el periodo navideño", exigieron ayer tenderos de la zona. "Los cortes de tráfico están bien, pero para revitalizar la Gran Vía hay que terminar con la prostitución y la delincuencia que hay", opinó otro.

La compañía del sol animó a muchos madrileños a realizar las últimas compras en la Gran Vía en este día previo a la festividad de los Reyes Magos. Como en jornadas anteriores, por la mañana fueron pocos los viandantes que se atrevieron a utilizar los carriles habilitados para ellos.Poco a poco, miles de peatones se decidieron a utilizar el carril ganado a la calzada de la Gran Vía. El carril adicional para los paseantes fue conseguido, como en los otros domingos de cortes, gracias a unas vallas de plástico de color blanco y rojo y a la presencia de agentes de la Policía Municipal. A media tarde, la calle se llenó de paseantes que acudían a merendar, al cine, a comprar o simplemente a disfrutar de los rayos de sol que caldeaban el frío invernal. Muchos aprovecharon para presenciar algunos de los musicales que llenan estos días la Gran Vía, como el recién estrenado Cats.

"Está bien la idea. Le da vidilla a la calle, está todo el mundo paseando. Da gusto, tendría que ser así siempre", comentó Ana López, una residente de la zona que había acudido a dar una vuelta. Como esta joven, muchos residentes aprovecharon el día para pasear e ir de tiendas. Varios comerciantes comentaron que, aunque aprueban la medida, los cortes de tráfico no han hecho aumentar las ventas. "Hay más gente paseando, eso sí. Pero no significa que los peatones entren a las tiendas. Yo no noto que en estas navidades haya tenido más clientes que en otras", aseguró el dueño de un comercio de la calle de Montera.

Quinto domingo de cortes

El primer domingo de cortes de tráfico, el pasado 7 de diciembre, fue el que más gente atrajo a la Gran Vía, según los tenderos. "Yo creo que fue porque era el puente de la Constitución y había mucha gente, luego la cosa ha ido bajando y ya no hay tanto paseante como aquel primer domingo", comentaron varios dependientes de unos grandes almacenes.

Los cortes de tráfico en la Gran Vía provocaron ayer retenciones en calles aledañas, como Princesa o Ferraz. En la plaza de España se produjeron tapones a lo largo del día porque los agentes de la Policía Municipal tenían que desviar hacia la Cuesta de San Vicente a los conductores despistados que pretendían subir por la Gran Vía.

Entre los colectivos de agraciados por los cortes están los taxistas, que están haciendo su particular agosto en estas navidades. El carril central de la Gran Vía se convirtió ayer en una autopista para los centenares de taxis que subían y que bajaban a sus anchas. "No vamos a mentir. Los cortes nos vienen muy bien porque a la salida de los cines o del teatro siempre vamos a coger clientes que antes regresaban a sus casas en coche", comentó un taxista.

El Consistorio no tiene previsto, de momento, extender los cortes de tráfico en esta emblemática calle a los días laborables. El concejal de Seguridad, Pedro Calvo Poch, en cambio, ha dejado una puerta abierta a que la medida de restringir la Gran Vía al tráfico privado sí que se extienda a otros domingos del año, siempre y cuando la medida sea apoyada por los comerciantes de la zona.