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Crónica:FÚTBOL | Decimoctava jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Jordi y De la Peña enchufan a Tamudo

La conexión de los ex azulgrana con el capitán blanquiazul condena a un débil Mallorca

Robert Álvarez

El Espanyol le encasquetó al Mallorca la pesada cruz de equipo calamidad que arrastra esta temporada. Por un día en Montjuïc, la sucesión de errores y desatinos recayeron por completo en el equipo visitante. Bastó que Luis Fernández juntara, de una vez por todas, una alineación lógica, empezando por la portería, donde regresó Lemmens en lugar del desafortunado Toni. Ayudó lo suyo la impavidez del Mallorca, que se tragó el primer gol cuando sus jugadores todavía se embutían las camisetas por debajo de los pantalones y ajustaban sus posiciones sobre el campo. Pero lo realmente decisivo fue que Jordi y De la Peña se acomodaran en una línea media bien pertrechada por el resto de su equipo. Los dos ex azulgrana pudieron por fin dar salida al excelente toque de balón y a la gran visión de juego que atesoran. Enchufaron en el juego a Tamudo, sobre el que gravita por completo el fútbol blanquiazul. Si el Espanyol se encuentra en la cola, se debe en buena medida a que, hasta ahora, pocas noticias llegaban de su delantero centro, lesionado unas veces, desasistido otras.

20

ESPANYOL

MALLORCA

Espanyol: Lemmens; Domoraud, Pochettino, Lopo, David García (Wome, m.86); Fredson (Morales, m. 70), Àlex; Maxi, De la Peña (Héctor, m. 84), Jordi; y Tamudo.

Mallorca: Leo Franco; Cortés (Olaizola, m.41), Niño, Lussenhoff, Poli; Raúl Martín, Nagore (Marcos, m.47), Colsa, Nené; Eto'o y Correa (Bruggink, m.52).

Goles: 1-0. M. 1. Tamudo, tras el saque de centro, recibe de Jordi, se va de Lussenhoff y, desde la media luna de la frontal, engancha un tiro que se cuela por la escuadra.

2-0. M.74. Tamudo caza un excelente pase al hueco de De la Peña, entra en el área a la carrera y cruza por bajo.

Árbitro: Carmona Méndez. Expulsó a Eto'o (m.78) y amonestó a Poli, Niño, Fredson, Lussenhoff y Àlex.

Olímpico de Montjuïc. Unos 22.000 espectadores.

No fue el caso de ayer. No había pasado medio minuto cuando la conexión entre Jordi y Tamudo dejó a la defensa del Mallorca con un palmo de narices. Sacar de centro, tocar Jordi, irse Tamudo de Niño y Lussenhoff y enviar el cuero a la red fue todo uno. Podría achacarse la secuencia a un golpe de suerte, cierto, pero no es menos cierto que la producción ofensiva que son capaces de ofrecer Jordi y De la Peña vale su peso en oro. Faltaba por supuesto, que el resto del equipo les acompañara como hasta ahora no había hecho. Para que salga a relucir su toque es preciso que la defensa no se funda como la plastilina, como siempre venía sucediendo. El regreso de Lemmens y la vuelta de Pochettino, después de su periplo en Francia, pertrecharon una retaguardia mucho más expeditiva y ortodoxa. Se echaba de menos en Montjuïc un jefe atrás, alguien con la autoridad moral que posee el central argentino, que predica con el ejemplo. Con un tipo así resulta mucho más fácil evitar horrores como los que perpetraban, día sí, día también, Toni y sus zagueros. La labor abnegada de Fredson y Àlex en la zona de medios centro, con misiones prioritarias de contención, sujetando a Colsa y a Nagore, acabaron de perfilar el dibujo que tanto les conviene a Jordi y a De la Peña.

El Mallorca, además de conceder el primer gol visto y no visto, se vio lastrado por la desaparición, sin combate siquiera, de Eto'o y Correa. Careció de juego el equipo balear, que también echó de menos los zarpazos por la derecha de Campano, baja de última hora. Pero ni el camerunés ni el uruguayo dieron señales de existencia. En realidad, Eto'o, que ya había sido objeto de polémica toda la semana debido a que se hizo de rogar para que abandonara la concentración de la selección camerunesa, se hizo notar al final del partido. Pero fue en el peor de los sentidos. Evidenció otra vez su tendencia a perder los papeles en determinadas situaciones, y a ser carne de expulsión. Así lo entendió Carmona Méndez, que lo envió al vestuario poco después de que Tamudo aprovechara una espléndida asistencia de De la Peña para sentenciar el partido.

De la Peña y otros compañeros se abrazan a Tamudo tras uno de los goles de éste.
De la Peña y otros compañeros se abrazan a Tamudo tras uno de los goles de éste.VICENS GIMÉNEZ

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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