Un presunto colaborador de ETA, dispuesto a entregarse al juez

Josu Oiaga Larrea, presunto colaborador del comando de ETA que la pasada Nochebuena colocó una bomba en el tren intercity San Sebastián-Madrid, anunció ayer por medio de su abogada, Ainhoa Baglietto, su intención de entregarse al juez para declarar.

La letrada, habitual defensora de miembros de ETA, presentó en nombre de Oiaga un escrito ante el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco en el que éste expresa su "disposición a declarar ante dicho juzgado, en las Diligencias Previas 407/03, si es que dicho juzgado lo estima conveniente". El presunto colaborador del comando es propietario del garaje donde los etarras Gorka Loran y Garikoitz Arruarte tuvieron guardados desde octubre pasado los 50 kilos de Titadyne que pretendían hacer estallar en el tren.

Oiaga señala en el escrito que ha sabido por las cadenas de televisión que existe una orden de busca y captura contra él, por lo que afirma que quiere ponerse a disposición del juzgado "a efectos de manifestar", dice, "mi inocencia y aclarar cuantas dudas tenga el juzgado".

En el escrito, Oiaga, residente en Hernani (Guipúzcoa), explica que quiere acogerse a sus derechos para no declarar en sede policial, pero que estará a disposición del juzgado para comparecer cuantas veces sea llamado. Oiaga, que hace constar su dirección en el escrito presentado, solicita finalmente no ser citado en su domicilio, como suele ser habitual, sino a través de su abogada.

Los etarras Loran y Arruarte ingresaron en prisión, pero Anne Biurrarena, que les había prestado un Opel Frontera propiedad de su padre, quedó en libertad tras presentarse ante el juez.