"Negociamos que los peajes cambien según las horas"
Joaquim Nadal (Girona, 1948) es consejero de Política Territorial y Obras Públicas. Llega al cargo dispuesto a cumplir el programa electoral, que resume como "más obras y más deprisa". Anuncia la revisión de los proyectos polémicos y un programa ferroviario a 15 años vista. Nadal es también portavoz del Gobierno. Ha sido alcalde de Girona y catedrático de Historia. Promete que los planes territoriales estarán listos a finales de 2005.
P. ¿Esperaba esta cartera?
R. Se habló de Cultura, de Interior. Yo sabía que se esperaba que ocupara un departamento de mucha responsabilidad: con considerable presupuesto, mucha gestión y opciones nada fáciles en algunos asuntos. Mis posibilidades se movían entre lo conocido: mi propio campo, que es Cultura, y Gobernación, pero esta cartera estaba atribuida a Esquerra y, por lo tanto, descartada. Finalmente mi ámbito de gestión durante mucho tiempo como alcalde, aunque de forma más reducida. Así que, en lo que tiene de reto, es el departamento esperado. Tiene rango político, porque soy portavoz del Gobierno, y un ámbito de gestión e inversión que es muy estratégico para el Gobierno y el país.
"Estamos revisando los contratos de todos los altos directivos de las empresas públicas"
"En el túnel de Bracons no tocaremos la Garrotxa sin acuerdo con todas las partes"
P. Su departamento tiene que dibujar el país y hacerlo posible.
R. Es un departamento que analiza el territorio, el paisaje y la gente como un todo. Lo más importante de un país es su gente, que vive y convive en ámbitos concretos: urbanos o no. Cataluña tiene un cierto desequilibrio. La población se concentra en la costa. Gran parte del territorio acoge poca población, la mayoría vive en una parte pequeña. Es el resultado de 200 años de historia industrial y posindustrial.
P. ¿Hay que cambiarlo?
R. Hay que preguntarse cosas. Por ejemplo: ¿Cómo combinar las condiciones de vida de estas personas con un tratamiento adecuado del territorio y del paisaje que sea a la vez global y local? ¿Qué país tenemos? ¿Qué valores tiene? Paisaje, territorio, valores patrimoniales, culturales y también naturales. La gente está organizada en aglomeraciones urbanas de intensidad diversa. Hay que intervenir en este conjunto de modo que no se estropee más y podamos dibujar un sueño a 20 años vista que nos permita introducir correcciones que nos aseguren la protección y ocupación razonable del territorio y que la gente viva mejor.
P. ¿Frenar el crecimiento residencial?
R. No se trata de disuadir del hipotético sueño de la segunda residencia. Se trata de invertir las prioridades. ¿Las personas qué prefieren: vivir muy bien durante 36 horas semanales en el refugio de fin de semana y no tan bien ni siquiera bastante bien el resto de los días o que la política urbanística produzca mejoras en políticas sociales, en movilidad, de modo que puedan vivir donde lo hacen mejor sin perder ventajas? Éste es el reto para el Gobierno.
P. Hablaba de correcciones.
R. Correcciones de dos tipos: territoriales y urbanísticas, y de infraestructuras. Las segundas son fáciles. Más que hablar de correcciones se trata de corregir los déficit. Hay que recuperar lo que falta. Nosotros y el Gobierno central. Lo que hay que hacer se sabe. Luego hay obras en marcha que habrá que revisar. Son casos conflictivos o discutibles o con impacto ambiental negativo. Habrá que corregirlas y en algunos casos rechazarlas.
P. ¿Pararán obras?
R. No queremos parar nada. Todo lo anunciado y no hecho, hay que hacerlo: desdoblamiento de la Nacional II, ampliación de la A-7, la 340, el eje pirenaico. El Estado tiene que invertir más y más deprisa. La Generalitat, lo mismo. Pero hay que trabajar también a largo plazo y programar nuevas infraestructuras ferroviarias. Dibujarlas para que sean una realidad en 10, en 15 años. De lo contrario en 15 años viviremos situaciones de colapso que durarán muchos años más.
P. ¿Y ahora?
R. Hay cosas urgentes: el ancho de vía internacional, la ampliación de Cercanías a Girona y Tarragona y un nuevo sistema en Lleida. El transporte de mercancías con una línea especializada, cambiando el ancho de alguna existente cuando el tren de alta velocidad esté cerca de la frontera.
P. Muchos proyectos. ¿Cómo se pagarán?
R. Lo del Estado lo pagará el Estado. AVE aparte. No es admisible que se nos diga que se invierte el 19% del presupuesto de Fomento, pero se quede en el 8% o el 7% si se quita la alta velocidad. El volumen de inversiones del Estado tiene que descontar el AVE. Y ser un mínimo razonable fuera de la coyuntura. Nosotros tenemos el compromiso de unas inversiones medias anuales que ronden, lo digo de memoria, los 1.800 millones de euros. Como norma. Es lo mismo que ha invertido el Gobierno saliente, pero sólo en los dos últimos años y aplazando el pago. Nosotros queremos una inversión sostenida y pagada. Esto tiene que ir asociado a una política de ahorro que permita el crecimiento inversor.
P. ¿Se buscará que el Gobierno central pague el tercio que le correspondería de la línea 9?
R. La línea 9 y otras infraestructuras, como el eje del Llobregat, que se están haciendo con métodos de pago de futuro, se tienen que revisar. No el ritmo (en el eje del Llobregat hay que acelerarlo incluso), sino las formas de pago. No sé qué posibilidades habrá. Lo vamos a estudiar. Mantendremos el compromiso de obra y revisaremos los métodos de pago.
P. ¿Qué harán con los peajes?
R. Negociamos con el Gobierno central y las concesionarias. Estamos negociando reducciones significativas de los peajes e incluso la eliminación de algunos, además de recuperar la idea de un fondo de transición que permita la equiparación de Cataluña con el resto de España. En Cataluña hay un gran acuerdo sobre cómo hacerlo. Tenemos que hacer que lo asuma el PP. Las concesionarias aceptan discutir los términos actuales de la concesión y modular las tarifas con criterios de movilidad sostenible: en función de las horas y los tramos el peaje será uno u otro. Estamos al principio, no puedo concretar más.
P. ¿Qué van a hacer con los túneles de Bracons y Horta?
R. No tocaremos la Garrotxa hasta que haya acuerdo con todas las partes. Tanto en el trazado como en la sección y las características de la obra. Se cambia el ritmo de las obras y no se abordará la boca norte sin acuerdo previo. Y se revisan las características de la obra que tiene problemas de sección y de pendientes. Serios. Queremos que haya comunicación entre la Garrotxa y Osona con la garantía de que no sea una vía de gran velocidad para largo recorrido. Así pues, la obra entra en fase de revisión y en compás de espera. En Horta nos remitimos a los acuerdos tomados por unanimidad en el Parlament. Se trata de analizar la viabilidad del túnel sólo para transporte público. Aquí, de momento, se trata sólo de estudiar y hablar.
P. Su departamento es el que más se presta al pago de comisiones, denunciadas por ERC, y a la existencia de contratos blindados.
R. Estamos revisando los contratos de todos los altos directivos de las empresas públicas. Los mecanismos de adjudicación, de concursos y licitación de obras o proyectos o proyectos y obras, e incluso de financiación; intervendremos para evitar cualquier presunta fuga de recursos públicos en una dirección inadecuada.
P. ¿Se atreve a dar una fecha para la llegada del AVE a Barcelona y la frontera y para asumir la gestión de los aeropuertos?
R. Si al acabar esta legislatura hubiéramos avanzado en la constitución de una empresa mixta para la gestión de los aeropuertos y llegara el AVE a Barcelona y en fase de construcción avanzada hasta la frontera, nos podríamos dar por muy satisfechos.
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