El supermaxi 'Skandia' llega ganador a la capital de Tasmania

Grant Wharington, un empresario de la construcción australiano, consiguió, en su 16º intento, la victoria en la regata Sidney-Hobart, por el mar de Tasmania y el terrible cruce del estrecho de Bass. Lo consiguió como patrón del Skandia, un supermaxi de 30 metros y casco azul, el velero más grande en la historia de la regata que une la capital de Nueva Gales del Sur con la de la isla de Tasmania (Australia). Lo hizo después de 630 millas, navegadas en dos días, 15 horas 14 minutos y seis segundos, y un mano a mano táctico con el Zana, el supermaxi neozelandés que llegó, tras remontar 40 millas el río Derwent, 14 minutos después.

Para hoy, hacia las siete de la mañana, poco más de tres días después de zarpar de la bahía de Sidney, tenía prevista su arribada al puerto de Hobart el Yendys, velero de 15 metros construido en San Sebastián por Agustín Zulueta y patroneado por el australiano Geoff Ross. Este barco, cuyo navegante es el español Joan Vila, marchaba el décimo en la clasificación de tiempo real, pero figuraba como líder en la compensada, que intenta igualar las posibilidades de los barcos grandes, más rápidos, y de los pequeños para coronar a un ganador basado en la habilidad y el rendimiento de la tripulación.

En la clasificación compensada al tiempo real se aplica un factor de corrección determinado por el sistema de hándicap HMS, una fórmula compleja que tiene en cuenta el tamaño, el peso, el desplazamiento, la superficie de las velas y la antigüedad del diseño del barco. Así, los más grandes pueden conceder hasta 25 minutos por cada hora a los más pequeños.

En los 59 años de la Sidney-Hobart, sólo cinco veleros han vencido en ambas categorías.