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Columna
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Taxi-man

Anda la gente por ahí rascándose el coco con esta enigmática e inocente pregunta: ¿Por qué eligió Ruiz-Gallardón la emisora Radiotaxi para lanzar su arenga oficial de Navidad al pueblo de Madrid? ¿No le dieron otra alternativa? ¿Le desdeñó la televisión autonómica? ¿Se mostró esquiva RTVE? ¿Le boicotearon en Génova? ¿La Esperanza no tiene caridad ni fe en el alcalde? ¿Sólo encontró cobijo don Alberto en el castizo y variopinto gremio del taxi? El gallardo munícipe, como todo el mundo barrunta, no tiene un pelo de tonto, aunque aseguran que es tímido en la intimidad y que se pone colorado cada vez que se mira al espejo.

Si se tira al asfalto un tipo así es por algo. Algunos inocentes afirman sin rubor que el alcalde es un santo a pie de calle al que le va la marcha de los taxistas y, si fuere menester, de los taxidermistas, de igual modo que Evita se lo montaba con los descamisados. Todo por la patria, ciudadanos. El otro día dijo Homer Simpson por televisión: "Dios lo puede todo; es omnívoro". Quizá por ahí van los tiros del señor Ruiz-Gallardón, Taxi-man.

Conviene señalar, sin embargo, que el Ayuntamiento de Madrid tiene una emisora oficial de radio, Onda Imefe (88.6 FM), con programación durante las 24 horas del día. Onda Imefe ocupa un edificio de seis plantas en una zona céntrica de la capital y dispone de contundentes medios técnicos, informáticos y humanos. ¿Por qué desechó el alcalde su propia plataforma? ¿Es, acaso, porque Onda Imefe está gestionada por la Concejalía de Asuntos Sociales, es decir, por Ana Botella? Qué sabemos.

Esperanza Aguirre, mosqueada por la connivencia de Taxi-man con los héroes del asfalto, se ha apresurado a prometer que en los cien primeros días de su mandato hará de una vez por todas el reglamento del taxi, cosa que no consiguió Ruiz-Gallardón en 2001. Y ella incide: si Alberto se enrolló con el metro, lo mío va a ser un decámetro.

¿Quién es más inocente, Aguirre o Gallardón? Que lo diga el taxi.

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