_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Ecuador

El universo ACB no está exento de debates, como la eterna discrepancia entre patronal y sindicatos sobre el número de extracomunitarios idóneo para preservar la fauna hispánica o las voces discordantes alrededor de un sistema de competición que convierte ocho meses de Liga en algo sin la trascendencia necesaria. Pero lo que se encuentra fuera de discusión es la importancia de la Copa del Rey, competición que no sólo marca el ecuador del curso sino que logra acaparar la atención y emoción que se echa en falta en otros momentos del año. Por lo tanto no es asunto menor la lucha por participar en ella.

Además, la Copa suele retratar de una forma bastante nítida la realidad de los equipos y aunque se encuentra lejos en el tiempo de la lucha por el título, cierto es que los que hacen sus deberes alrededor de esta cita suelen coincidir con los que luego, unos meses más tarde, se juegan el premio gordo de la temporada. De igual forma, aquellos que llegaron con la lengua fuera a la Copa o la vieron por televisión no suelen cambiar su suerte en la Liga.

Más información
Último tren a Sevilla

Por ello la jornada de hoy no es una más, sino que marca en el calendario un punto de análisis significativo. Y lo que dice la clasificación es que del cuarteto aristocrático del baloncesto español, uno está que se sale, dos mantienen las constantes y otro se cae a pedazos. De la mano de Macijauskas, el Tau ha combinado espectacularidad con eficacia, solidez defensiva con contundencia ofensiva, rigor con alegría. Aprendida la lección del año pasado, donde no cogieron el hilo en todo el año, el Tau vuelve a ser caballo ganador. Todo lo contrario que el Unicaja, al que el primer año post-Maljkovic le está sentando como un tiro.

Mientras tanto, Pamesa y Barça esperan su momento. Satisfechos con lo conseguido en el curso anterior, no tienen prisa por llamar la atención. Justo lo que ha hecho en grandes dosis el Ricoh Manresa, extraordinario en esta primera parte de la competición y que junto al Caja San Fernando, éste como organizador, completan el quinteto de equipos que dormirán tranquilos esta noche. Para pelearse con la almohada hay unos cuantos. Algunos agobios eran esperados, como los de Madrid y Joventut, que buscan y rebuscan y siguen sin encontrar el camino, y otros menos, como el de Estudiantes, que no luce como cabía esperar. Para que la interesante jornada contase con un enganche popular y mediático, nada mejor que un Madrid-Barça donde nadie sabe qué Madrid saldrá ni qué interés pondrán los blaugrana en amargar la tarde al universo galáctico. Elementos más que suficientes para aprovechar el vacío de atención deportiva de un domingo sin fútbol.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_