Andersson deja el Barça

Patrick Andersson, de 32 años, defensa central sueco, se ha despedido esta semana del Barcelona para volver a su país y retirarse si no llega a un acuerdo con el Malmoe. Torturado por las lesiones -tuvo que operarse dos veces de la misma rodilla-, quien fuera campeón de Europa con el Bayern Múnich, ha tomado tal decisión por sus hijos [Alexandra y Jasper]. "Me voy por ellos. Son lo único que me importa", dijo el domingo pasado, cuando se despidió de la afición azulgrana tras jugar como titular ante el Celta (1-1).

Fichado por Carles Rexach en el verano de 2001, Andersson llegó al Camp Nou con el reto de reforzar una cobertura que estaba entonces en manos del holandés Frank de Boer y con la aureola de ser un ídolo en el Bayern. El nórdico había marcado en junio, en el tiempo de prolongación, un gol al Hamburgo que supuso un título de la Bundesliga y acababa de ganar la Liga de Campeones en aquella final de Milán que perdió el Valencia por penaltis.

Pero los problemas físicos y los anímicos rompieron todos los planes de Andersson: pasó varios meses intentando superar una grave lesión de rodilla y, por añadidura, su matrimonio se rompió. Tiempo después, recayó de la misma lesión. Y ya nunca fue el mismo: jugó 19 partidos en el Barça en su primer año, siete en el segundo y sólo cinco en este tercero.

Sin apenas entrar en los planes del holandés Frank Rijkaard, que siempre ha preferido alinear como pareja de centrales al lateral Puyol y al centrocampista Cocu, Andersson pidió a la junta negociar la rescisión de su contrato, que acababa en junio de 2004.

"Estoy muy agradecido a la directiva por haber facilitado mi marcha. He jugado en el Barça y estoy muy orgulloso de haberlo hecho", afirma alguien que, en apenas tres temporadas en el Camp Nou, ha tenido cuatro entrenadores: Rexach, Louis van Gaal, Radomir Antic y Rijkaard, y tres presidentes: Joan Gaspart, Enric Reyna y Joan Laporta. Un periodo en el que no ha ganado título alguno, salvo la reciente Copa Catalunya, en la que tampoco dispuso de minutos.

"Se marcha un gran campeón. Pese a no haber jugado, su actitud en los entrenamientos ha sido ejemplar", le elogia Rijkaard.