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AJEDREZ

La mina

Estudio de H. M. Kasparián. Match Druybi. 1963.

Como todas las obras de su ilustre autor, el presente estudio está regido por la imaginación, pero en el sentido que Edgar Allan Poe daba a este término; la lógica más rigurosa llevada hasta sus consecuencias extremas. Una impresión inicial parece indicar una victoria relativamente sencilla de las blancas, merced a sus dos poderosos peones; pero no es así. Las negras amenazan al mismo tiempo 1... R - h7 y 2... g3, y no sirve el intento de crear una red de mate con 1 Tg6 debido a 1... Ce8. La victoria se basa en la explosión de una mina invisible: 1 Cf6 j., Rf7 / 2 C - g4, amenazando a la vez 3 C - f2 y 3 A - g7. Pero las negras se desembarazan con habilidad: 2... Ce6 j. / 3 Rf5! (si 3 Rh5, Ae1 / 4 c4, Cc5 / 5 Ce5 j., Re6 / 6 Cf3, Ac3 / 7 Ad2, A - d2 / 8 C - d2, Re5! / 9 b4, Cd3 / 10 b5, Rd4 / 11 b6 -u 11 Cb3 j., R - c4 / 12 b6, Ce5 / 13 b7, Cd7 y tablas- 11... Cb4! -y no 11... Cc5 / 12 Cb3 j. ganando- / 12 b7, Ca6 y tablas) 3... Ae1 / 4 Ce5 j., Re7 / 5 Cc6 j.!, Rd6 / 6 c4! (sólo tablas daba 6 Ca7, A - c3 / 7 Cb5 j., Rc5 / 8 C - c3, Cd4 j. seguido de 9... C - b3) 6... Ac3 / 7 Ca7! (claro que si 7 Ae3, Cg7 j. / 8 Re4, R - c6 y tablas, pero la del texto permite el siguiente jaque, que parece liquidar el combate pacíficamente) 7... Cd4 j. / 8 Re4!, C - b3. Y ahora, cuando parece que basta sacrificar una de las piezas negras por el peón restante para empatar, viene el acoso final al rey negro hasta forzarlo a ocupar la casilla minada: 9 Cb5 j., Rc5 (única, claro; de lo contrario, 10 C - c3 es ganadora) / 10 Af8 j.!, R - c4 y, pisada por el rey, la oculta mina estalla: 11 Ca3 mate.

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