Un fuego y una fuga de gas fuerzan a desalojar a 130 personas en Granollers

Unos 130 residentes en cuatro bloques de viviendas de Granollers fueron ayer desalojados ante el peligro originado por un incendio, seguido de una fuga de gas en el interior de un aparcamiento. El fuego empezó sobre las tres de la madrugada en un aparcamiento privado situado en la calle de Bartomeu Serret i Argemí. El incendio afectó a las canalizaciones de gas, aguas residuales y electricidad situadas justo encima del aparcamiento. Buena parte de las viviendas carecían ayer de agua, gas y electricidad.

Ninguno de los servicios que han participado en el plan de emergencia se atreve a aventurar la causa definitiva del accidente, pero todo apunta a que el incendio de un sofá, que se encontraba bajo una tubería de gas del aparcamiento ha sido el origen del fuego. Aunque los bomberos, la policía local y los Mossos d'Esquadra no tardaron en activar el plan de emergencia, no se pudo evitar que el fuego causara importantes daños en las canalizaciones de gas. El director de Emergencias y Seguridad Civil, Ramon Bonastre, habla incluso de dos agujeros en las tuberías, que "afortunadamente no originaron incendios y sólo quemaron gas". No obstante, por motivos de seguridad se llevó a cabo un desalojo "preventivo" de las casi 150 personas que habitan en cuatro bloques, propiedad de Adigsa, situados sobre el aparcamiento. Se trata de los bloques situados entre las calles de Bartomeu Serret i Argemí, de Ramon Dagà y de Esteve Terrades.

"Nos despertaron de madrugada y tuvimos que salir rápidamente, sin tiempo de coger nada", comenta uno de los vecinos de la zona afectada que ya ha regresado a su vivienda, quien añade: "Por suerte no hemos tenido que lamentar pérdidas personales, ni siquiera se han visto afectados los coches aparcados en el local".

Las personas desalojadas fueron llevadas en plena noche "con lo puesto", en palabras de Juan Manuel Segovia, concejal de protección ciudadana, a la masía Tres Torres, propiedad del Ayuntamiento, para pasar allí la noche. La mayor dificultad ha sido cerrar la llave de paso del gas: "No se podía realizar desde el aparcamiento por el peligro que suponía entrar en él" y por la falta de visibilidad, según fuentes municipales. Los técnicos tuvieron que abrir un acceso en la vía pública desde el cual cerrar la fuga. Una vez realizada la operación, sobre las siete de la mañana, los bomberos han podido acceder al aparcamiento, ventilarlo y enfriarlo. La situación de peligro por el escape de gas se ha dado por controlada tres horas después y se ha permitido volver a sus casas a algunos de los vecinos.

Las viviendas más afectadas han sido las correspondientes a los números 54 y 56 de la calle de Esteve Terrades, que se han quedado sin agua, luz ni gas. "Algunas de las personas que viven en la zona han optado por ir a casa de familiares y a otros vecinos el Ayuntamiento les ha dado cobijo en un hotel", comenta Segovia.

Las expectativas son que las empresas suministradoras restablezcan los servicios en breve y los vecinos puedan volver a sus casas.

Juan Manuel Segovia destacó la colaboración vecinal y también la rápida actuación de los servicios de emergencia a la hora de poner en marcha el plan de intervención, cuya actuación ni siquiera despertó a los habitantes de los bloques colindantes de la zona afectada. Éste es el caso de Ana Maria García, vecina de la calle de Bartomeu Serret i Argemí, quien asegura: "haber oído tan sólo alguna sirena lejana durante la madrugada del domingo y no haber tenido noticia de lo sucedido hasta la mañana siguiente".

A la vez, el concejal se muestra satisfecho de que "no haya habido que lamentar daños personales". Tan sólo se tiene noticia del ingreso de un niño en el Hospital de Granollers tras haber inhalado humo, aunque ya está dado de alta.