Llamazares se ve obligado a aplazar los cambios en IU que propone
Fidalgo y Méndez hablan por primera vez en un cónclave de la federación
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La Asamblea de Izquierda Unida comenzó con polémica por la exclusión de Julio Anguita, el ex coordinador general, de un vídeo sobre la historia de la federación. Y continuó ayer con pequeñas derrotas para Gaspar Llamazares, el coordinador general, que sin embargo se garantiza el poder después de este cónclave. La más importante es la votación en la comisión de Estatutos. A primera hora de la mañana, y con significativas ausencias entre los enemigos del madrugón, perdió la propuesta de la dirección de diferentes cambios, sobre todo el más simbólico, que implicaba incluir la palabra "Verde" a Izquierda Unida.
El giro ecosocialista que pretendía dar la dirección queda pospuesto, al menos en lo nominal. Los reproches por el vídeo sin Anguita, que fue retirado, animaron a los críticos, temerosos de que, en el intento de abrirse a fuerzas de la izquierda con las que IU está enfrentada, se abandonen las esencias de esta formación.
Las pequeñas derrotas internas contrastaron con la imagen de apoyo que trasladó la sesión de la tarde, más orientada hacia el exterior. Por primera vez, un secretario general de la UGT, Cándido Méndez, habló en un cónclave de IU. José María Fidalgo, líder de CC OO, sindicato de referencia de los comunistas, no sólo habló, sino que fue uno de los más aplaudidos. Fidalgo reconoció la "deuda histórica" de CC OO con IU y concluyó su discurso con una llamada: "Necesitamos que gobernéis, no sólo que soñéis. ¡Viva Izquierda Unida!".
También hablaron los principales dirigentes de organizaciones tan dispares como Jueces para la Democracia, Unión Progresista de Fiscales, Nunca Máis, Mujeres contra la Violencia de Género, Greenpeace o el Movimiento Feminista. Fernando Valderrama, ex encargado de negocios de la Embajada española en Irak, también dio su apoyo a la federación.
Camacho, el más aplaudido
IU se abre a nuevas formaciones, pero tampoco abandona sus tradiciones. El más aplaudido, con todos los delegados puestos en pie, fue Marcelino Camacho, histórico dirigente comunista y sindical. Casi hubo que arrancarle el micrófono para que dejara de hablar.
Otra de las pequeñas derrotas de Llamazares fue la incapacidad de su dirección para impedir que se presentaran tres listas. Al final, no logró integrar en la mayoría que ha conformado con el sector de Francisco Frutos, secretario general del PCE, al grupo del diputado Luis Carlos Rejón. Éste encabeza una lista, el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, otra, aunque con problemas de avales, y Llamazares la mayoritaria. Al final, el coordinador tuvo que ceder y poner a Frutos de número dos y no, como quería, a Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba, que queda en el tercer puesto.
El documento político obtuvo un respaldo de un exiguo 72%. Sin embargo, el coordinador puede salir reforzado, puesto que se garantiza la mayoría y confía en que todos los cambios previstos, incluido el giro ecosocialista, en la línea de Iniciativa per Catalunya, se hará después de la asamblea.
