Una redada en una discoteca de Centro frecuentada por hispanoamericanos se salda con cinco detenidos

Eran las dos de la madrugada de ayer y en medio de la pista del bar El Sitio Tropical, en el distrito de Centro, bailaba al son de ritmo caribeños y salseros una veintena de jóvenes, en su mayoría inmigrantes hispanomericanos. De repente y sin que la mayoría de los parroquianos se percatara del motivo, se interrumpió bruscamente la música. En tropel comenzaron a entrar agentes antidisturbios con el casco en sus cabezas y con actitud amenazante. Los agentes obligaron a que se dieran todas las luces del local. Acto seguido pidieron toda la documentación a los clientes.

El bar, que se encuentra en en el número 20 de la Costanilla de los Ángeles, estaba rodeado de policías. Varias motos, tres furgonetas (una de ellas para detenidos) y varios coches camuflados formaban el dispositivo móvil. Dentro, el medio centenar de clientes se quedó sorprendido por la contundencia policial. "Nos han cortado el rollo y la buena marcha que llevábamos. Encima nosotros no nos metemos con nadie...", se quejaron varios inmigrantes cuando salieron del local.

La policía formó diversos corros junto a la pista de baile y comenzó a pedir la documentación a todos los clientes. Con los españoles no había problema, siempre que llevaran el carné de identidad. Igual ocurría con los extranjeros que poseían el permiso de trabajo o de residencia o habían pedido alguno de esos documentos. Con el resto se hizo una inspección rápida y cualquier papel que sirviera para demostrar su intento de regularizar su situación les permitía quedar en libertad. El dispositivo lo formaban, además de antidisturbios, agentes de las Brigadas Provinciales de Seguridad Ciudadana, de Extranjería y Documentación, de seguridad privada y de la comisaría de Centro.

Al final, fueron detenidos cinco inmigrantes que carecían de permiso, por lo que fueron trasladados a la comisaría de Centro, en la calle de Leganitos, según fuentes policiales. Además, fue incoada un acta de intervención de un arma blanca, lo que lleva aparejada una multa de hasta 1.500 euros por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid.

Fuentes policiales señalaron que esta redada se produjo para intentar frenar "la alta conflictividad del local", cuyos clientes protagonizan numerosas peleas y enfrentamientos, sobre todo a altas horas de la madrugada en el exterior del establecimiento.