A favor de Renfe
Desearía romper una lanza a favor de la, a veces tan denostada, Renfe, más que nada a favor de algunos empleados, cuya amabilidad y buen hacer merecen elogio.
Hace algunos días tuvimos que hacer, con motivo de una desgracia familia, un viaje a Granada, y, a nuestro regreso a Sevilla, mi mujer se encontraba agotada y casi imposibilitada, debido a una dolencia reumática que padece desde hace años. El cruzar las vías para acceder al andén donde debíamos tomar el tren era, para mi mujer, muy trabajoso, a pesar de la compañía de otros familiares, y al percatarse de ello el jefe de estación puso a su disposición un carrito de inválidos y un empleado, que nos acompañó hasta nuestro asiento.
Además de esto, avisó a Sevilla (nuestro destino) y, a nuestra llegada, nos estaban esperando otros magníficos empleados que, no solamente nos ayudaron a bajar a mi mujer del tren, sino que nos llevaron hasta la salida de la estación, donde nos esperaba el coche de unos familiares, y todo ello con una amabilidad digna de todo elogio.
Por ello, queremos que sirva esta carta para agradecer el buen hacer de estas ejemplares personas que honran a Renfe.
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