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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

John W. Sidgemore, ex presidente y director ejecutivo de WorldCom

John W. Sidgemore, uno de los empresarios más importantes de Internet que llegó a presidente y director ejecutivo de WorldCom, que el año pasado se vio acosada por el escándalo cuando su fundador Bernard J. Ebbers se vio obligado a dimitir, murió ayer de un fallo de riñón, según una declaración publicada por su familia. Tenía 52 años y vivía en Potomac, Maryland.

Sidgemore se convirtió en ejecutivo de WorldCom en 1996, cuando ésta absorbió a MFS Communications con un acuerdo de 14.000 millones de dólares. Esta compra se produjo poco después de que Sidgemore concertara la fusión de UUNet Technologies, la empresa de Internet que dirigía, con MFS. Al principio, él y Ebbers trabajaron estrechamente unidos, a pesar de que las diferencias entre Sidgemore, compacto, amante del rock and roll y parte del paisaje de Washington y el imponente Ebbers, que trabajaba desde Clinton, Misisipí, habrían bastado para llenar un tratado sobre contrastes. Sidgemore había convertido a UUNet en el servidor dominante del tráfico de Internet. Ayudó a WordCom a mantener una enorme cuota de dicho tráfico incluso cuando estalló la demanda y muchos otros servidores invirtieron miles de millones de dólares para competir. También desempeñó un papel esencial en la absorción de MCI por parte de WorldCom en 1999, que la convirtió en la segunda gran compañía de telefonía a distancia después de AT&T.

Sin embargo, ese mismo año Sidgemore tuvo una desavenencia con Ebbers que comenzó cuando Ebbers canceló un acuerdo que Sidgemore había negociado para adquirir Nextel, una empresa de telefonía sin hilos. Desempeñó un papel muy escaso en las operaciones diarias durante más de dos años, hasta que Ebbers se vio obligado a dimitir en abril de 2002. Sidgemore empleó buena parte de su tiempo como consejero o colaborando en la gestión de la puesta en marcha de empresas de tecnología en el área de Washington. Los planes de Sidgemore para rescatar WorldCom descarrilaron conforme se fueron acumulando las pruebas de que la empresa había estado envuelta en uno de los mayores fraudes contables de la historia. A finales de julio, menos de tres meses después de que Sidgemore asumiera el mando, su tarea se había convertido en dirigir a la empresa durante la mayor reorganización por bancarrota de todos los tiempos.

Sidgemore luchó tenazmente contra los detractores que abogaban porque WorldCom fuera disgregada por quiebra. Conservó su irónico sentido del humor, que le había ayudado a convertirse en uno de los ejecutivos más queridos de la industria. En una declaración hecha ayer, WorldCom dijo que había tenido un efecto profundamente positivo sobre sus empleados. Sidgemore no fue nunca acusado de conducta delictiva, pero cuando el alcance de la crisis de WorldCom se hizo más amplio, también aumentó la presión de inversores y reguladores para que la ruptura con el pasado fuera absoluta. Michael D. Capellas, el ejecutivo que dirigió Corapaq en su fusión con Hewlett-Packard, le sucedió hace un año. "Él creó la columna vertebral de Internet", dijo Frank Dzubeck, presidente de Communications Network Architects, una empresa consultora de Washington. "Estaba formada por islas hasta que él las unió en UUNet para vincular los distintos proveedores de servicios. Es deplorable que vaya a ser recordado principalmente por el final de su carrera".

John William Sidgemore nació el 9 de abril de 1951 en Suffern, Nueva York. El principio de su carrera transcurrió en su mayor parte con General Electric Information Systems, donde ascendió a los niveles de dirección antes de abandonarla en 1989 al aceptar el desafío de rescatar Intellicom Solutions, una empresa de servicios informáticos en apuros. La empresa fue vendida a Computer Sciences Corporation en 1991. El ascenso de Sidgemore a los puestos más prominentes comenzó cuando se incorporó a UUNet en 1994 y la orientó a proporcionar servicio de Internet a las empresas. Un año más tarde la hizo pública, en una de las ventas de acciones de más éxito de 1995.-

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