ETA pretendía matar a dos ediles y un guardia civil la próxima semana

Los jefes etarras detenidos el martes en Lons (Francia) habían decidido asesinar, entre la próxima semana y el día de Navidad, a dos ediles socialistas de Guipúzcoa y a un guardia civil, según fuentes de la lucha antiterrorista. Los primeros datos analizados por la Comisaría General de Información de la Policía indican que los detenidos tenían a su disposición a 30 etarras sin fichar para mantener una campaña de crímenes.

Los jefes militares de ETA detenidos en Lons (Gorka Palacios, Juan Luis Rubenach, Iñigo Vallejo y José Miguel Almendoz) tenían "muy marcadas" a las tres posibles víctimas que querían cobrarse a partir de la próxima semana. "La información era muy detallada, con indicaciones de donde estaban más descuidados, donde adoptaban más precauciones y, sobre todo, donde consideraban que era el lugar ideal para cometer el atentado", según indicaron las fuentes consultadas. Otros tres objetivos estaban en una fase menos avanzada.

Los asesinatos iban a cometerse mediante el tiro en la nuca, según estos medios. Además, las víctimas elegidas eran distintas de las cuatro que tenía señaladas Ibon Fernández Iradi, Susper (dos concejales de partidos constitucionalistas, un ertzaina y un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado), y que iban a ser cometidos, posiblemente, entre Nochebuena y Nochevieja.

El análisis de los agentes de información españoles es que los cuatro reunidos en la casa de la calle de Mariscal Juin (donde estaba la casa de Lons que había sido alquilada con un documento falso a nombre de André Janin) estaban tomando las decisiones oportunas para poner en marcha una campaña de atentados, en sintonía con el amenazante comunicado que ETA había lanzado el día antes de que fueran capturados.

Palacios supuestamente había decidido que dos jóvenes sin fichar entraran en España en los próximos días para cometer el crimen. Ambos iban a ser informados de su cometido por Almendoz, el joven sin fichar detenido en la casa que ya había hecho labores de enlace en Navarra. La jefatura militar tenía para escoger a una treintena de personas no fichadas y residentes en la clandestinidad en Francia como "grupos de reserva" a los que podían activar "en cualquier momento".

Muchos de ellos muy seguramente pasaron por la casa de Lons, donde se han encontrado 10 camas plegables para albergar a los participantes en los cursillos de terroristas. Las huellas de éstos han quedado impresas por toda la casa (al igual que varias huellas genéticas), lo que permitirá identificarlos en los próximos días. Los agentes han encontrado en la casa, además, cuatro pistolas, una ametralladora, un detonador, numerosos documentos de identidad falsos franceses y españoles, así como 20.000 euros.

Información interna

Pero lo que más valoró ayer la cúpula policial española, durante una reunión presidida por Agustín Díaz de Mera, director general del cuerpo, fue la "importantísima información" hallada en la casa. Los agentes han abierto sólo una pequeña parte y ya tienen constancia de los objetivos elegidos, de la estrategia prevista para los próximos meses (al menos hasta el mes de abril), las rutas para la distribución de armas y explosivos a los comandos y las compras de armamento que se estaban realizando (fundamentalmente en la zona de Marsella).

Los detenidos permanecían anoche bajo custodia en Bayona, a la espera de que en las próximas horas sean trasladados a París. El ministro francés del Interior, Nicolás Sarkozy, reafirmó ayer el firme apoyo de su país en la lucha contra ETA y destacó que en lo que va de año han sido detenidas en Francia 47 personas por presunta vinculación con la banda.