Circunvalación de Granada: 8 kilómetros en 40 minutos

Recorrer a las 14.30 de un jueves como el pasado los últimos 50 metros previos a la rotonda de acceso a la circunvalación de Granada, por la calle Méndez Núñez, lleva unos cuatro minutos. El tráfico va fluido en ambas direcciones, pero todo se viene abajo a los 200 metros.

En un kilómetro, con dirección a Motril, obras y reducción de carriles. El atasco puede ir a peor. Efectivamente, el siguiente kilómetro también se hace a ritmo lento. Otros diez minutos. Son las 14.54 y el avance supera por poco los 2.000 metros. El viaje comenzó 24 minutos antes.

El desvío a la Ronda Sur pasa por encima de la autovía Bailén-Motril: la imagen es descorazonadora. Muchos coches y poco avance. Queda un solo carril para circular y el tráfico, después de unos 200 metros que parecían ilusionantes, vuelve a hacerse pesado y lento. Son ya las tres de la tarde y se ha recorrido algo más de tres kilómetros.

A partir de aquí, el coche va cogiendo velocidad. Sorprendentemente, la autovía parece haberse quedado casi vacía al pasar de un carril a dos. En los próximos dos kilómetros, desvíos de pueblos que se han llenado en los últimos años de casas adosadas y de gente que no quería o no podía vivir en la ciudad. Supuestamente, este debería ser un tramo complicado. El jueves a las tres no era el caso. Los desvíos a la Zubia, Cajar y Monachil se pasan sin atascos y a buena velocidad. Un kilómetro más.

El siguiente kilómetro acaba con las salida a Huétor Vega y la granadina avenida de Cervantes. Son las 15.05. Los últimos kilómetros se recorren en un suspiro.

Han sido ocho kilómetros en 40 minutos. Una media de 12 kilómetros por hora. Y hay días mucho peores.