Las últimas horas de los agentes caídos en Irak
Aunque el tiempo apremia, el relevo se hará tras un cuidadoso proceso de selección
"Se les veía muy animados, volcados en su trabajo y contentos de estar juntos", asegura una de las últimas personas que vio con vida a los siete miembros de los servicios secretos españoles asesinados el 29 de noviembre en Irak. La tragedia pudo ser mayor si tres comandantes a los que los agentes invitaron a viajar con ellos no hubieran optado por un transporte polaco.
Respecto al relevo, fuentes del CNI afirman que "sobran voluntarios" pero que, pese a que el tiempo apremia, se efectuará con prudencia, tras un cuidadoso proceso de selección y entrenamiento.
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