¿No pasa ya 'algo'?

Ay, ay, ay Arzalluz jauna. Supongo que anda usted preocupado, en esa casita suya de Galdakao, con ese partido suyo donde cada vez son más los que le dan la espalda y negocian sin tenerle en cuenta. Creo que esa es la razón de que suelte amenazador eso de que "Si al lehendakari le condenan por consultar a su pueblo, aquí va a pasar algo". Ni qué decir tiene que no comparto para nada estas barbaridades del PP, pero es que anda usted en la tragedia del que no se entera de nada. ¿Qué va a pasar?, ¿es que en Euskadi no está pasando algo ya desde hace mas de 40 años? Y sigo preguntando: ¿donde está usted cuando ETA asesina gente inocente? Nunca le hemos visto tan convencido como el otro día, amenazando si previsión del Gobierno central se llevara a cabo. No le hemos visto nunca sintiendo dolor por las víctimas de esos asesinos que matan. Y mira que yo le esperé, en la cama de mi hospital para charlar, en euskera si hace falta, sobre qué se yo..., cualquier cosa. Cómo me hubiera gustado que esas declaraciones que hizo usted las hiciera a la entrada de mi hospital, donde casi encuentro la muerte, diciendo que si eso que a mí me hicieron, se repetía, en Euskadi iba a pasar algo.

Pero, no, usted no vino. Le supuse buscando la comprensión política de los que argumentan poniendo una bomba debajo de un coche. Y le recordé en aquellas palabras donde decía que con Aznar se había conseguido mas en 14 días que en 14 años con González. Esté tranquilo, no tenemos ni la más mínima duda de que con Aznar andan ustedes consiguiendo muchas cosas, pero no se preocupe, mas pronto que tarde, la sociedad vasca se dará cuenta. Quizá fuera bueno que reconociera de una vez por todas que está encantado con este clima de confrontación que su partido está construyendo a medias con esos otros. Quizá fuera bueno que se diera cuenta que usted es un político mediocre, necesitado del enfrentamiento y la amenaza para tener algo que decir. Váyase de una vez, señor Arzalluz; es usted un insulto a quienes están combatiendo a muerte contra ese fascismo del que ustedes se están contaminando, lejos de entender que el país por el que ETA ha matado es un país que ya no vale y que, tenga la certeza, nunca será realidad.

Váyase con sus sermones a su casita de Galdakao, esa casita a un metro de esa iglesia. Una casita a la que ETA sólo se acerca, ya sabe, a cenar y a charlar; a ponerse de acuerdo, vaya.