Una mujer pasa dos horas con una mano atrapada en el cajetín de un teléfono

El angustioso argumento del cortometraje La cabina (1972), de Antonio Mercero, se hizo ayer realidad en la calle de Bailén. Carolina B., de 28 años, permaneció dos horas atrapada en una cabina telefónica. El dedo corazón de su mano derecha se le quedó enganchado en el cajetín que devuelve las monedas, según informó una portavoz del servicio de Emergencias Madrid.

Eran las cuatro de la tarde cuando la mujer introdujo el dedo en el cajetín para recoger el cambio después de realizar una llamada. Mientras Carolina intentaba recuperar las monedas, el sistema antirrobo de la cabina se activó y el dedo quedó atrapado en el cajetín. Los servicios de emergencia municipales avisaron a Telefónica para que un operario desbloqueara el sistema a través de una clave, pero fueron finalmente los bomberos del Ayuntamiento los que lograron liberar a la víctima a las seis de la tarde.

La liberación no fue fácil. Los bomberos tuvieron que desmontar la cabina para poder acceder al aparato. Mientras, la angustia de la mujer crecía y el lugar se llenaba de curiosos. Después, los bomberos descerrajaron con una sierra radial el aparato de teléfono y liberaron, por fin, el dedo de Carolina. Los facultativos del Samur-Protección Civil administraron a la chica un tranquilizante para calmarla. La mujer comentó que iba a denunciar a Telefónica por lo sucedido.