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Crónica:FÚTBOL | Decimocuarta jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna, diezmado, retrata al Espanyol

Robert Álvarez

Ni siquiera con superioridad numérica ni ante un rival resignado a defenderse es capaz de sacar adelante un partido el Espanyol. Pasan las jornadas y cada vez se hunde más el equipo blanquiazul, preso del nerviosismo y deseperado por su impotencia y su mala suerte. Ayer, el camerunés Webó le sentenció cuando se cumplía casi el tiempo y sólo un minuto después de que Domoraud enviara un cabezazo al palo. Osasuna se llevó el triunfo casi sin quererlo y la jugada con la que sentenció lo dice todo. Achicó un balón su centro del campo. Cayó sobre el área del Espanyol, donde Tayfun, con todo a favor, falló en el despeje de cabeza.Webó se encontró con el cuero. A por el fue David García, que no hizo otra cosa que abrirle hueco al delantero de Osasuna. Aún llegó Morales a la carrera, que pasó de largo tras la finta de Webó que, visto lo visto, se dijo, pues ¡hala, a marcar.

ESPANYOL 0 - OSASUNA 1

Espanyol: Toni; Marc Bertrán (Toni Velamazán, m.28), Domoraud, Lopo, David García; Fredson (Morales, m.46), Jordi (Bobson, m.71); Tayfun, De la Peña, Maxi; y Tamudo.

Osasuna: Sanzol; Izquierdo, Josetxo, Cruchaga, A. López; Puñal, Pablo García; Valdo, Aloisi (Gorka García, m.46), Moha; y Bakayoko (Webó, m.57).

Goles: 0-1. M.86. Webó aprovecha un falló en cadena de Tayfun, David García y Morales y bate por bajo a Toni.

Árbitro: Ramírez Domínguez. Expulsó a Antonio López (m.45) por doble amonestación y con roja directa a Lopo (m.88). También enseñó tarjeta amarilla a Moha, Marc Bertrán, Tayfun, Josetxo y Gorka García.

Olímpico de Montjuïc. Unos 13.000 espectadores.

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Mano pesada

Y así se llevó Osasuna un partido tremendo por la obsesión por cerrar en defensa y la premeditada idea de que valía más enviar el balón a la grada que correr el más mínimo riesgo con el que lo disputaron los dos equipos. Entregados de lleno a ese pulso férreo, feo y estéril en Montjuïc, el 0-0 parecía un resultado cantado. No había manera de que alguno de los veintitantos jugadores que pisaron el césped dotaran a sus equipos de un mínimo caudal ofensivo. Sin aperturas a los extremos, ni elaboración suficiente en el entrejuego, resultaron inútiles las correrías de Bakayoko o Tamudo a uno y otro lado del campo.

La sensación de impotencia abrumó al Espanyol. Cada vez más necesitado del triunfo, al equipo de Luis Fernández se le observa cada vez más sobrecogido por la desesperación. A cada partido que pasa, peor. De la Peña, Jordi, Maxi, Tamudo... desequilibran cada vez menos. Osasuna jugó la segunda parte con diez por la expulsión de Antonio López, que absurdamente alargó el pie cuando pasaba Toni Velamazán. Tirado atrás, el equipo navarro, se encontró con el gol cuando se daba el asunto por despachado. Y el Espanyol redondeó su hundimiento con su décima expulsión, la de Lopo, que retrató el estado de desesperación de su equipo

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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