Mollà dice que la inclusión de Ribó en la candidatura de Urán trata de evitar una lista única para liderar EU

La inclusión del actual coordinador general de Esquerra (EU), Joan Ribó, en el número cuatro de la candidatura que encabeza Presentación Urán y promueve el Partit Comunista del País Valencià (PCPV) de cara a la asamblea de la formación convocada para el próximo fin de semana ha reducido a mínimos la posibilidad de presentar una lista única. De hecho, según uno de los aspirantes a relevar a Ribó, el líder de la corriente nacionalista Esquerra i País, Pasqual Mollà, la operación ha sido decidida precisamente para eso, para evitar una candidatura unitaria. Tando Mollà como la otra aspirante al cargo, la ex portavoz en las Cortes y actual representante de EU en el consejo de administración de RTVV, Glòria Marcos, habían mostrado en los últimos meses su deseo de configurar una lista única al Consell Polític, que posteriormente elige al coordinador de EU.

Ribó reconoció ayer que su inclusión en la lista de Urán reduce al mínimo las posibilidades de un acuerdo previo a la asamblea y admitió también que con su decisión ha roto su compromiso de permanecer neutral en el proceso asambleario de EU que ha de acabar con su sustitución. "He intentado influir siempre en llegar a un acuerdo [para configurar una lista única a la asamblea], pero al final soy de una parte, y no puedo quedarme en la estratosfera como el Espíritu Santo", señaló Ribó en referencia a sus 30 años de militancia en el Partit Comunista. "He sido secretario general de esta formación y hay una serie de cosas que se deben tener en cuenta", justificó.

La operación del PCPV pretende contrarrestar la fuerza lograda por Mollà en el proceso de elección de delegados. "Es más una candidatura producto de los temores que una apuesta por un proyecto de futuro", dijo Mollà sobre la lista de Urán, con la que el PCPV pretende el "control" de EU. "Es legítimo, pero creo que no es lo que toca en esta asamblea", añadió. De todas formas, se mostró optimista respecto a sus posibilidades. "El futuro está en manos de los 230 delegados", dijo Mollà, quien se mostró convencido de que se repartirán los votos de forma que se obligue a un acuerdo posterior.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, obtener la opinión de Glòria Marcos sobre el asunto.