La Universidad de Toulouse analiza los 25 años de la Constitución española
Especialistas franceses, británicos, alemanes y españoles hablan de sus logros y limitaciones
Las universidades de la ciudad francesa de Toulouse, con una tradición de hispanismo que data de 1886, han dedicado tres días a estudiar el funcionamiento de la Constitución española tras 25 años de su aprobación. Especialistas franceses, alemanes, británicos y españoles han analizado sus logros y sus limitaciones.
Si Walther L. Bernecker (Universidad de Núremberg) puso de relieve "los fenómenos de anomia social que se produjeron entre 1975 y 1985", José María Comas (Instituto de Estudios Políticos de Toulouse) subrayó que "si en 1978 el problema central era el de la democratización y no el de la organización territorial, hoy la multiplicación de autonomías para diluir el carácter reivindicativo de las llamadas nacionalidades históricas ha multiplicado las reivindicaciones".
El profesor Antonio Elorza, de la Universidad Complutense de Madrid, se mostró pesimista: "Puesto que a pesar de que celebro que la España de las autonomías haya favorecido las identidades duales, no hemos conseguido, desde un punto de vista simbólico, crear una identidad española en la que todos podamos identificarnos". Elorza dijo que le inquieta que "Maragall no parezca dispuesto a pensar España en su conjunto" y el "nacionalismo biológico" del PNV. El escritor y ex ministro Jorge Semprún recordó que "el retorno de Tarradellas representó el primer gran momento de ruptura de la dicha Transición, pues conectó el presente con la II República", definió el Estado autonómico como un "híbrido entre lo real y lo administrativo" y concluyó considerando que durante su gestión de la cartera de Cultura tuvo que pechar "con poco dinero y demasiado Alfonso Guerra".
Bernard Labatut (Universidad de Toulouse) se interesó por "la política exterior de España, que ha dejado de ser una política de Estado para convertirse en política de partido", y se refirió a la presencia de tropas españolas en Irak, "no sólo al margen de toda legalidad internacional, sino más allá de los supuestos contemplados en 2000 por el PP en su libro blanco sobre la Defensa". Para Labatut, la muerte de los siete soldados "debiera abrir un debate sobre la política exterior española y servir para redefinir los intereses nacionales. Con Aznar, España se ha alejado de Europa para servir de carne de cañón a los EE UU".
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