La herencia de una galería

Rafael Benot, gaditano de 51 años, concibió hace 11 la idea de abrir una galería de arte en su ciudad natal. Por entonces era propietario de Cristalarte, una tienda-taller que todavía hoy mantiene su prestigio entre el público. "Como los famosos galeristas franceses, todo comenzó con el taller de marcos. Decidimos dar el salto a la galería sabiendo que Cádiz era un lugar con poca tradición coleccionista. Comenzamos con obra gráfica, y de ahí dimos el paso a la pintura, la escultura...", recuerda Benot.

La primera sede de la galería Benot, en la calle Valverde, fue sustituida en 1997 por otra en la cercana calle San Pedro. Entre una y otra, más de un centenar de exposiciones por las que han desfilado algunos de los nombres fundamentales del arte actual: José Hernández, Guillermo Pérez Villalta, Antonio Rojas, Lita Mora, Roberto González Fernández, José Abad, Carmen Bustamante, Diego Gadir, Carmelo Trenado, Lola Montero...

Ahora, la galería Benot acaba de hacer su tercera mudanza. El local número 10 de la Avenida Ramón de Carranza, esquina con Rafael de la Viesca, fue inaugurado ayer con una exposición del pintor malagueño Pedro Escalona, "que es como de la familia", comenta Benot. "Después de barajar muchas posibilidades, entre ellas la acostumbrada colectiva, pensamos en Escalona porque ya teníamos el compromiso con él para estas fechas, y porque, como dice el catálogo, es un pintor que rebasa lo profesional y es considerado como un buen amigo", añade.

No obstante, la dirección de la galería pasará a manos de Lorena, la hija de Rafael Benot. "Abrimos esto pensando en ella, que ha terminado Historia del Arte y actualmente cursa su doctorado", asegura el veterano galerista. "No siento ningún cansancio, todo lo contrario, tengo más ganas que nunca. Este cambio de dirección tampoco supone mi jubilación, pero a partir de ahora me dedicaré más a las ferias, a las relaciones institucionales. Por lo demás, le cedo el testigo a ella, y sólo pretendo apoyarla en el rodaje inicial, que siempre es necesario".

Lorena Benot, a sus 25 años, asume el reto con tanta ilusión como respeto: "Creo que la responsabilidad es mucha, y sólo tengo la parte teórica de la carrera. La práctica, el día a día, tendrán que hacer el resto. Además, cuento con la experiencia de mi padre, y eso es algo muy confortante. De momento, aspiro a tener mi criterio y abrir este espacio a todo tipo de público, desmentir que el arte sea un fenómeno minoritario, acabar con el frío y el miedo que las galerías suelen imponer a la gente".

Para ello, padre e hija comienzan ya a perfilar algunas novedades en el programa habitual de la galería Benot: celebración de charlas y mesas redondas, introducción de instalaciones y arte audiovisual en su catálogo, así como visitas guiadas "no sólo para niños", matizan.

La antigua galería de la calle San Pedro se despedirá del público estas Navidades, con una muestra que, bajo el título 40 x 20, reunirá a 20 de los artistas más destacados que han participado en ella con piezas de este formato unificado, como Antonio Agudo, Manuel Cano, Galán Urréjola, Alejandro Quincoces, Dámaso Ruano o Justo Girón. "Creo que es un digno colofón para este espacio, entre pintores allegados a la galería, que con el tiempo han terminando estableciendo una relación amistosa con nosotros", apostilla Rafael Benot.