Ordenador de bolsillo con cámara integrada

Las ventas de ordenadores de bolsillo o PDA no acaban de despegar. Se mantienen estables en torno a los 2,5 millones de unidades anuales en todo el mundo, aunque si se suman los dispositivos de información más sencillos, como agendas personales, se alcanzan los 10 millones de unidades. En todo caso, se está muy lejos de los aproximadamente 150 millones de ordenadores o los más de 400 millones de teléfonos móviles vendidos anualmente.

Pese al moderado crecimiento, el ordenador de bolsillo es de gran utilidad para los que viajan y reciben gran cantidad de información, más cómodo que un ordenador portátil, al que sustituye perfectamente si se usa para consultar información. Ahora, además, los PDA son más ligeros y delgados, de menos de 200 gramos de peso con todos los accesorios y unos 11 milímetros de espesor. Desde que Dell se introdujo en este mercado hace un año, el precio medio de estos dispositivos está en torno a los 300 euros, con pantalla táctil a color, suficiente memoria y capacidad de cálculo y ranura de expansión para añadir la función deseada, sea Bluetooth, WiFi, GPRS, cámara e incluso impresora.

En los nuevos modelos que están apareciendo algunas de estas funciones adicionales ya están integradas y las otras se pueden incorporar a través de la ranura de la tarjeta de memoria. El precio de estos modelos de gama alta es un poco más elevado, aunque valen menos de la mitad que el ordenador portátil más sencillo y se pueden utilizar todo el día sin problemas de batería.

El Airis 590, por ejemplo, viene con cámara integrada VGA como si fuera un teléfono móvil, grabadora de mensajes, reproductor de sonido, procesador Xscale a 400 MHz y 64 MB de memoria. El Axim X3i de Dell es muy similar, con conexión sin hilos WiFi en vez de cámara.

HP ofrece la gama más completa de estos dispositivos mientras que los modelos de Palm pueden hacer las mismas funciones con otro sistema operativo. También Toshiba, Fujitsu Siemens y Packard Bell, entre otros, tienen modelos muy atractivos. Lo que no falta es oferta.