Antivirus humano
Convertido en un programa de ordenador, el usuario deberá luchar desde dentro contra hackers y virus
En 1982 se estrenaba la película Tron, dirigida por Steven Lisberger y producida por Disney. Inmediatamente se convirtió en una pieza de culto para los adictos de la incipiente industria del videojuego. Las imágenes que aparecían en la película mezclaban actores reales con escenarios y personajes creados con la tecnología infográfica puntera de la época. Las vertiginosas carreras de motos de luz en escenarios repletos de neones y las luchas a base del lanzamiento de un mortal disco tuvieron su réplica en sendos videojuegos que por aquel entonces funcionaban sobre Spectrums, Commodores y MSX. Obviamente, aquellos juegos no podían competir con la calidad visual del filme.
Tras el anuncio de una posible secuela de la película en 2001, Monolith Productions se puso a trabajar rápidamente en una nueva entrega del videojuego que esta vez sí, gracias al potencial de las actuales consolas y ordenadores, podría representar fielmente el universo del interior de un ordenador como en el celuloide. Hoy por hoy parece ser que aún no se ha decidido si la segunda parte de Tron llegará a los cines. Sin embargo, el juego ha seguido su curso y ya está en las tiendas.
Tron 2.0
Desarrolla: Monolith Productions Inc.
Distribuye: Planeta Interactive
Plataforma: Windows
Género: Acción
Recomendado: Mayores de 12 años
Precio: 43 euros
Internet: www.tron20.net
Tron 2.0 retoma la acción justo donde lo dejó la película. Alan Bradley, creador del programa Tron que detuvo los planes de dominación mundial del Programa de Control Maestro, ha conseguido replicar la tecnología necesaria para digitalizar seres humanos e introducirlos en el ordenador en forma de programas. Gracias al gigantesco programa 3a -se pronuncia como Teresa- es posible conservar todo el mapa genético humano y reproducir los algoritmos necesarios para entrar en el corazón de un ordenador como si se tratase de un archivo ejecutable más. El malo esta vez es la compañía Control del Futuro, que, conocedora de los descubrimientos de Bradley, está a punto de absorber su empresa para infiltrar a entrenados piratas humanos en forma de programas digitalizados en las redes de todo el mundo.
Esta trama tan intrigante para cualquier amante de los ordenadores, Internet y la seguridad informática, se traduce en un juego que supera por bien poco el calificativo de mediocre. Básicamente es un título de acción en primera persona donde se han substituido la escopeta por el frisby luminoso, los entornos góticos por pasillos brillantes impregnados de una pátina de neón y los términos más habituales como llave o mejora por permiso y subrutina.
Es especialmente complejo este lenguaje de Tron 2.0 porque si no se es fan de la película o conocedor de la informática a nivel de programación, los términos empleados y la forma en que hay que usar los objetos y las habilidades son un auténtico galimatías que exige leer con mucha atención el manual y las ayudas en pantalla. Por ejemplo, lo que normalmente sería "coge un potenciador de salto para alcanzar la salida", en Tron 2.0 es "depura la subrutina de salto para alcanzar el flujo de datos".
Las motos de luz aparecen con todo su esplendor en esta entrega. Se trata de unos vehículos que dejan tras de sí una estela a modo de pared luminosa contra la que no se puede chocar, so pena de morir desintegrado. El jugador debe intentar acorralar a los enemigos con su pericia al manillar de distintos modelos de hierros luminosos. De hecho, todo brilla en Tron. Es destacable que es posible jugar a distintas modalidades de las motos de luz sin tener que seguir con la historia principal del juego, lo que lo convierte casi en un dos en uno. A pesar de que gráficamente todo el título es muy espectacular con un ambiente único, no se ha podido transferir toda la vertiginosidad de las carreras que desprendía la película ya que con una perspectiva en primera persona es casi imposible ganar.
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