Perales se defiende de las críticas por la falta del pacto local con un ataque al PP por "deslealtad"

El presunto pacto local de Andalucía es una promesa de la Junta que colea desde la anterior legislatura que, al borde del final del actual mandato, sigue sin tener contenidos ni concretos ni comprometidos. El PP intentó ayer sacar los colores al consejero de Gobernación, Alfonso Perales, por su incumplimiento después de que éste se hubiera comprometido en febrero de 2001 al desarrollo de cinco bloques que afectan a las corporaciones locales, entre las que figuran la cesión de hasta 21 competencias. Perales se defendió de la evidencia con un ataque en toda regla a la "falta de lealtad institucional" del PP.

Perales utilizó la técnica del ataque para eludir la afirmación del portavoz del PP, José Luis Rodríguez, de que el pacto local que prometió es "un fracaso", durante una comparecencia en el Parlamento. El titular de Gobernación acusó a los populares de actuar deslealmente con los ayuntamientos y de intentar convertir el pacto local y el municipalismo "en una especie de caballo de Troya para incrustarse contra el Estado de las Autonomías".

Para subrayar la doble vara de medir que emplea el Partido Popular, el consejero sacó un as de la manga e informó de la actuación del Ministerio de Economía y Hacienda con el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción (Cádiz) cuando el alcalde Juan Carlos Juárez militaba en el Grupo Independiente Liberal (GIL).

Juárez, según consta en los documentos que entregó Perales, reclamó a Economía a finales de 1999 la suspensión de un expediente por el que se iba a deducir al ayuntamiento las cantidades que adeudaba a la Seguridad Social, una petición que fue desestimada en enero de 2000 por el ministerio. Una vez que Juárez repudió las siglas del GIL y pasó a cobijarse en las del PP, el alcalde volvió a plantear la misma petición en diciembre de 2002 a través de un recurso de reposición y esta vez sí fue admitida por los responsables ministeriales.

"Chantaje político"

Ambas resoluciones están firmadas por el mismo alto cargo. "Uno tiene derecho a pensar que Juárez o abrazó la fe popular de pronto o las circunstancias le obligaron a abrazarla. No sé si esto se llama chantaje político pero hacen un flaco favor a la lealtad institucional".

No fue éste el único regate de Alfonso Perales. También fintó cuando denunció que los ayuntamientos están recibiendo a cuenta de la supresión del Impuesto de Actividades Económicas (IAE) -una de las tres vías de financiación directa de los municipios junto con los impuestos de circulación y el de bienes inmuebles- cantidades que no alcanzan ni el 20% de lo prometido.

Como contraste de las políticas del PP y la de los socialistas, el responsable de Gobernación destacó el plan de saneamiento financiero puesto en marcha por la Junta para saldar o dejar al mínimo la deuda del 85% de los ayuntamientos de la comunidad, todos ellos menores de 10.000 habitantes.

El portavoz popular no replicó a ninguno de estos hechos ni a otras afirmaciones del consejero sobre el "castigo" del Gobierno del PP contra Andalucía por el impago de la financiación autonómica o la falta de concreción presupuestaria en los proyectos de transporte metropolitano de las grandes ciudades de la comunidad.

José Luis Rodríguez se limitó a citar una a una sus promesas y compromisos para dar vida al pacto local, una oferta que incluía la cesión a los ayuntamientos de un total de 21 competencias en distintas materias (consumo, servicios sociales, empleo, policías locales, protección civil, infraestructuras, cultura y medio ambiente, entre otras). "¿Quién es el culpable del incumplimiento? ¿La ONU, la OTAN, la Unesco, el alcalde de La Línea o el Gobierno socialista?", preguntó el popular, quien recordó a Perales que fue él quien presentó el documento del pacto local y dibujó un calendario de trabajo.

"Le recuerdo su fracaso. Ha dado un cheque sin fondo con el pacto local y es un consejero insolvente políticamente", aseguró el portavoz popular, quien enfatizó: "No se ha avanzado nada porque no ha tenido voluntad política. Su Gobierno no ha querido".