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La policía detiene a 50 inmigrantes en una redada en Costa Polvoranca

Sólo un arrestado pasó a disposición judicial por tener pendiente una orden de búsqueda

La noche de fiesta y diversión terminó ayer precipitadamente en cuatro bares de copas de la zona de ocio Costa Polvoranca, en Alcorcón. Más de 100 policías nacionales irrumpieron a las cuatro de la madrugada y realizaron una redada masiva, en la que fueron detenidas 51 personas. Sólo uno de ellos, un español que tenía pendiente una orden de búsqueda y captura por un atraco cursada por un juzgado de Móstoles, pasó a disposición judicial. El resto eran inmigrantes que incumplían la Ley de Extranjería, por lo que quedaron en libertad tras incoárseles el expediente de expulsión.

Eran las cuatro de la madrugada cuando en Costa Polvoranca se desplegaron, ante la sorpresa de los asistentes, ocho furgonetas de los antidisturbios, junto con agentes de la comisaría de Alcorcón, de la Brigada de Extranjería y Documentación y de Seguridad Ciudadana. "Pero, tronco, ¿qué pasa que hay tanta lechera [furgón policial] a estas horas?", preguntó un cliente de la zona a un amigo.

Los policías irrumpieron en cuatro locales: el In, el Rincón Latino, el Makassy y el Keep. Estos dos últimos son frecuentados por inmigrantes africanos, mientras que el Rincón es frecuentado por suramericanos. El dispositivo se concentró, sin embargo, en el In, uno de los locales más problemáticos y que mayor número de peleas y reyertas ha registrado en la historia de Costa Polvoranca.

La forma de actuar siempre fue la misma. Los antidisturbios, con el casco en la cabeza, entraban en tropel y paraban la música. Después llegaban los agentes de paisano que llevaban chalecos reflectantes con la palabra policía. Entonces empezaban a cachear a los clientes y a pedirles la documentación. El balance policial concluyó con unas 1.050 personas sometidas a registro.

Los mayores problemas se produjeron en el Keep, donde a esa hora estaba a punto de actuar el cantante camerunés Ben Decca, en "una actuación histórica", según los carteles anunciadores del local. Los antidisturbios tuvieron que soportar una lluvia de vasos y de botellas de los clientes, que no pararon de gritar que la policía es "racista". En ese momento había en el local más de 300 clientes.

"Todo esto es vergonzoso. Somos gente normal que no nos metemos con nadie y que queremos salir de la pobreza que sufrimos en nuestros países", protestó un cliente del Keep tras superar el cordón policial. "¿Es necesaria tanta policía y que nos traten como a criminales, cuando la mayoría estamos legales o pendientes de recibir los papeles?", añadía su acompañante. "En lugar de meterse con negros como nosotros, deberían ir a detener a los etarras", comenzó a gritar un tercero, de forma desafiante, ante los antidisturbios. "Hemos pagado 20 euros de entrada y nos hemos quedado sin actuación. ¿Y ahora qué pasa?", concluyó otro cliente.

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Los policías comenzaron en un goteo permanente a sacar a inmigrantes hasta los furgones celulares de detenidos, que no dieron abasto con los 17 arrestados del Keep. Fue necesaria la participación de dos coches patrulla de la Policía Municipal de Alcorcón. Estos vehículos carecen de mampara de seguridad, por lo que los agentes locales tuvieron que esposar a los detenidos, cosa que no hicieron con el resto. La operación en este local se retrasó con respecto a los otros dos iniciales, el In y el Rincón Latino. Los policías municipales regularon el tráfico, que quedó cortado en las calles de los bares registrados.

Resistencia al arresto

Algunos inmigrantes se resistieron a ser introducidos en el furgón policial. En alguna ocasión fue necesario que tres antidisturbios redujeran a alguno de ellos. Esto provocó gritos e insultos del resto de compatriotas que esperaban en la calle. El resto de antidisturbios no dudó en reducirlos e incluso les aporrearon en las piernas y en el dorso. Se trató de algún episodio aislado. "Pensábamos que iba a ser más violento y que tendríamos que emplear la fuerza para controlar a los clientes, pero todo ha transcurrido tranquilo", señaló un jefe policial.

El Keep fue el que mayor número de detenidos registró, pero el In fue donde la policía decomisó mayor número de armas y estupefacientes: dos navajas, una barra de hierro de grandes dimensiones, un bate de béisbol, 30 papelinas de cocaína y 50 pastillas de éxtasis. Parte de la droga fue arrojada por sus poseedores al ver entrar a los agentes, pero en algún caso se levantó acta de intervención. Esto lleva aparejada multas de hasta 600 euros por la Delegación del Gobierno en Madrid.

El mayor número de agentes se destinó a este local, ya que se trata de los más grandes que fueron registrados. La policía calcula que en su interior había más de 400 personas. Además, sus porteros tienen fama de ser especialmente expeditivos, por lo que la policía intentaba incautar los bates de béisbol o los palos de éstos. Y en parte lo consiguió, porque las armas estaban en el guardarropa. Los agentes detuvieron en este local a 12 personas.

En el Rincón Latino fue donde más rápido se desarrolló la operación, ya que había menos clientes en comparación con otros locales. Aquí fueron arrestados nueve inmigrantes.

Sobre las 5.15, cuando los tres primeros locales ya habían cerrado tras el férreo control policial, una treintena de agentes entró en el Makassy, en la calle de Navales. Los agentes contaron con la colaboración del dueño del local, por lo que el registro fue efectuado rápidamente. Trece clientes fueron detenidos y la policía se incautó de dos catanas (sables orientales) y de una barra de hierro. Los detenidos fueron trasladados a la comisaría de Alcorcón, donde fueron instruidas las diligencias.

Ésta es la primera gran redada en Costa Polvoranca desde su creación, hace unos 10 años. Esta zona sólo abre los fines de semana y vísperas de festivos. En esta década se han registrados dos homicidios (en 1995 y 2002) y ha sido fuente de numerosos conflictos. Ahora la forman unos 25 bares.

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