El pleno de Marbella revisará el PGOU, pero mantiene el pleito con la Junta por el plan de 1998

El equipo de gobierno de Marbella, formado por tránsfugas del GIL, PSOE y PA, acordó ayer en un pleno extraordinario y urgente "iniciar la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana". (PGOU). Pero la propuesta incurre en una contradicción en una contradicción, ya que el gobierno de Marisol Yagüe mantiene el recurso contra la última resolución de la Comisión Provincial de Urbanismo de Málaga, que el 21 de julio rechazó por tercera vez y "definitivamente" el planeamiento aprobado en 1998 por Jesús Gil e instó a redactar un nuevo plan.

La propia moción presentada al pleno recoge claramente en su exposición de motivos que el Ayuntamiento realizará el texto refundido de la revisión del PGOU "sin perjuicio del recurso de alzada que pende ante la Consejería de Obras Públicas". El gobierno local manifestó de esta manera su "voluntad clara" de recoger en el nuevo texto la parte aprobada de la revisión del plan de 1998, pese a que el gobierno andaluz dejó en suspenso todo el documento, que preveía la recalificación de 11 millones de metros cuadrados de suelo forestal.

"El recurso es un derecho que queremos ejercer, y si lo retiramos dejamos 23.000 viviendas fuera de ordenación", se justificó Yagüe, que insistió en que el Ayuntamiento no ha concedido desde el 14 de agosto ninguna licencia contraria al texto de 1986, el único que reconoce la Junta de Andalucía. Sin embargo, minutos antes de la sesión plenaria el equipo de gobierno entregó a la oposición una nueva moción, para sustituir a la debatida en comisión informativa, en la que se echaba en falta un párrafo completo que recogía que "el ordenamiento urbanístico vigente en el Municipio de Marbella es, desde su publicación en el BOP de 28 de noviembre de 2000, el que se conoce como PGOU de 1986".

Este hecho provocó las críticas de la portavoz del PP, Ángeles Muñoz, que exigió a Yagüe que explique de que documento va a partir el nuevo texto, si del PGOU de 1986 o del de 1998. "Hoy se presenta una improvisación. Por un lado iniciamos la revisión del PGOU, mientras que por otro lado se mantiene el recurso al Plan de 1998. Es un gravísimo error", dijo Muñoz, que pidió al equipo de gobierno que retire el recurso. Una solicitud a la que adhirieron el portavoz del PSOE, Silvestre Puertas; el anterior alcalde, Julián Muñoz, y el concejal Alberto García, del Grupo Mixto D, que pidió que se dejase el punto sobre la mesa.

García instó también al cese de Juan Antonio Roca, artífice de los convenios urbanísticos y autor de los tres planes generales rechazados por la Junta de Andalucía. "Durante los últimos 12 años se ha producido una clarísima especulación promovida directamente por el Ayuntamiento. Todos sabían que yendo al despacho de Roca se podía conseguir todo con un maletín", añadió Angeles Muñoz. La intervención de Julián Muñoz sin embargo fue un tanto confusa. El ex regidor solicitó la retirada del recurso "como muestra de la voluntad hacía la apertura de negociaciones con la Junta", aunque al mismo tiempo insistió en que se contemple "la parte aprobada y se legalice todo lo construido". El portavoz del Mixto C, Rafael González, fue más claro e hizo una entusiasta defensa del PGOU de 1998.

La sesión plenaria estuvo marcada por encendidos debates y sobre todo por un gran caos, agravado además por los continuos problemas en la megafonía de la sala. El orden del día, que incluía como único punto iniciar la revisión del PGOU, fue modificado en varias ocasiones. Primero porque este mismo asunto fue aprobado por unanimidad con Julián Muñoz como alcalde, el pasado 31 de julio, y por tanto está vigente. Se planteó desde presentar una enmienda, hasta anular el acuerdo anterior. Finalmente se optó por ampliar este último para introducir la salvedad de sacar a concurso el equipo redactor, la única diferencia con la moción de Julián Muñoz, que se reservó la facultad de decidir sobre su composición.