Un montón de servidores para 220 dientes y 290.336 burbujas

Buscando a Nemo no sería nada sin el sostén de una montaña de servidores; pero éstos no son la clave del éxito de las películas de Pixar, sólo su herramienta.

Steve Jobs, director general de Apple y Pixar, desvela el secreto de Pixar: guión, guión y más guión, pese a que sus estudios son, tecnológicamente, los más avanzados del mundo.

En 1986, Jobs le compró a Lucasfilm, por 10 millones de dólares, la división de computación gráfica. Con el software, más el fichaje de Ed Catmull, Jobs fundó Pixar. El público se quedó boquiabierto con su primer trabajo, el corto Luxo Jr. Espectadores de todo el mundo se enamoraron de un simple flexo.

Hoy, 90 de los 700 empleados se dedican exclusivamente al desarrollo del software. Pese a las palabras del tecnólogo Jobs -guión, guión y más guión- estudios rivales se han volcado en lo contrario: más inversión en software y menos en guionistas. Catmull recuerda que Pixar, pese a nacer como empresa tecnológica, prima el talento creativo.

Ciertamente, la creatividad del director Andrew Stanton, guionista de todas las películas Pixar, necesita muchas gigas para mover cada uno de los 220 dientes del tiburón Bruce, o para las 290.336 burbujas, y los 99.079 peces, en los que se emplean seis tipos de parpadeo. Sólo en los 20 fotogramas de las explosiones se emplearon 33 ondas expansivas y más de 120 capas para incorporar los reflejos.

John Lasseter, vicepresidente de Pixar, escribe: "Aprovechamos todas las fabulosas herramientas que ofrece el campo de la animación generada por ordenador para dotarlo de un aspecto totalmente creíble".

El sancta santorum de Pixar lo custodia Sullie. El monstruo de Monsters Inc defiende, detrás de una cristalera, ristras y ristras de ordenadores. Nadie puede entrar ahí. Son los servidores Sun Microsystems, sobre los que corre el software para la generación de imágenes por ordenador. Este almacén computacional que protege Sullie es uno de los 20 más grandes del mundo de una empresa comercial.