Fernández, dispuesto a rectificar y modificar su grupo en la Asamblea

El coordinador general de IU en Madrid salió ayer indemne del Consejo Político de la coalición. Fausto Fernández logró que se aprobara por mayoría su informe en el que analiza los resultados electorales. Pero sólo ha ganado la primera batalla y lo sabe. Por eso se comprometió a rectificar y modificar la asignación de puestos en su grupo en la Asamblea. Un sector crítico le acusa de haber situado en los puestos de responsabilidad sólo a sus afines.

El grupo parlamentario de IU en la Asamblea de Madrid podría cambiar durante esta semana. Fuentes de IU aseguran que las críticas recibidas por el coordinador general de la coalición en Madrid han sido tantas y de tal calibre que ayer, durante la reunión del Consejo Político de la formación, Fausto Fernández se comprometió a rectificar la asignación de responsabilidades dentro del grupo parlamentario.

Lo que sí consiguió Fernández anoche, tras la reunión, fue sacar adelante, "por una amplia mayoría", según responsables de IU, un informe político en el que se analizan los resultados electorales y sus consecuencias.

Fernández aseguró que someterá a debate en los órganos ejecutivos de la formación política una eventual modificación de los cargos de dirección del grupo parlamentario de la Asamblea de Madrid.

La génesis de la crisis

El principio de esta última crisis tiene su origen en la decisión del portavoz del grupo, Fausto Fernández, de situar en los puestos de dirección de IU en la Asamblea a nombres afines a su sector dentro del partido. De los nueve parlamentarios de la coalición en el Parlamento regional, los cuatro más cercanos al sector crítico, Fernando Marín, Eduardo Cuenca, Caridad García y Jorge García, se quedaban sin puesto de dirección en el grupo, lo que ha causado un malestar de tal calibre que ha obligado a Fernández a replantearse esta estructura.

En la Mesa del Parlamento regional, donde IU obtuvo la tercera vicepresidencia después del pactar con los populares, Fernández situó a Reyes Montiel; como coordinador y portavoz adjunto, a Miguel Reneses, mientras que la portavocía adjunta le correspondió a Luis Suárez, quien fue el portavoz de IU en la comisión de investigación del caso Tamayo, abierta en la anterior legislatura para intentar desentrañar las causas de la espantada de Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Marga Ferré fue designada por Fernández como representante de IU en el Senado.

Esta distribución de cargos es sensiblemente diferente a la de la legislatura pasada. Entonces fue Miguel Reneses el portavoz del grupo, ya que antes de la espantada del día 10 de junio los resultados electorales otorgaban a Fausto Fernández un previsible puesto en el Gobierno de izquierdas que se negociaría con el PSOE. Eduardo Cuenca ocupó el puesto de portavoz adjunto y Fernando Marín el sillón de IU en la Mesa de la Asamblea.

Sin embargo, responsables de IU han desmentido que exista una moción de reprobación presentada por el sector crítico. Tan sólo, aseguran, "hay una fuerte crítica que el coordinador se ha comprometido a subsanar y debatir si así lo deciden los órganos ejecutivos de la coalición".

Según Fausto Fernández, esta distribución de cargos se realizó de esta forma porque "dentro del proceso de propuestas no ha habido voluntad [por parte del sector crítico] de asumir responsabilidades dentro del grupo parlamentario".

En el texto presentado ante el comité político por Fausto Fernández, éste realiza una valoración positiva de los resultados electorales del pasado día 26 de octubre. En su documento, el coordinador de IU manifiesta que el PP, con todo a su favor -incluidos los dos tránsfugas que impidieron un Gobierno de izquierda en la Comunidad de Madrid el pasado 10 de junio-, "ha ganado tan sólo por un puñado de votos".

El informe fue aprobado por 38 votos a favor, 11 en contra y cuatro abstenciones [el resto hasta los 117 asistentes no se pronunciaron], según informaron anoche fuentes de Izquierda Unida.

Asímismo, Fernández opina que ahora mismo el PP es más débil en Madrid y destaca la responsabilidad del PSOE, al que acusa de no haber sabido hacer frente a la crisis de la Asamblea, y critica que los socialistas no hayan depurado responsabilidades políticas tras los resultados electorales obtenidos. "Pasar de la disidencia interna a la trama político-inmobiliaria, y no hacer ni un solo gesto en línea con la solución del problema, no era más que una huida hacia adelante por parte de la dirección socialista, que incapaz de proponer soluciones a la crisis prefirió arroparse con la trama", afirma Fernández.

La resolución aprobada lanza también una dura crítica a la campaña electoral del PSOE. Según Fernández, ésta no estuvo encaminada a que la "izquierda plural sumara votos" para poder alcanzar "un Gobierno de progreso en Madrid", sino más bien enfocada a no perder. Según Fernández, esta campaña degeneró en una "lotería de regalos en la recta final que ha sido la expresión más desesperada de esa estrategia, más destinada a cortar el voto a Izquierda Unida que a intentar ganar las elecciones desde la izquierda plural".