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Eurodisney perdió 56 millones en 2002 y pide ayuda para sanearse

La magia es insuficiente para enderezar las cuentas del grupo Eurodisney, que ayer comunicó una pérdida neta de 56 millones de euros en el ejercicio 2002/2003, tras los 33 millones perdidos en el año precedente. La historia de los parques temáticos de Marne-la-Vallée, al este de París, representa una acumulación de deudas en los 11 años transcurridos desde la apertura del primero, hasta alcanzar 2.200 millones de euros en estos momentos, lo cual ha obligado a sus ejecutivos a advertir a los acreedores de que no podrán honrar los pagos previstos en marzo de 2004 si no aceptan una solución para evitar la crisis.

El segundo parque, Walt Disney Studios, abierto el año pasado, no ha conseguido aumentar el tirón del primero. Se esperaban 17 millones de visitantes anuales entre los dos y la cifra final, 12,4 millones, queda lejos de las expectativas y por debajo incluso de la del año precedente, cuando sólo estaba abierto Disneyland París.

Menores ventas

La facturación también bajó un 2,1%, hasta los 1.053,1 millones de euros. Un portavoz de Eurodisney lo atribuyó a las "dificultades duraderas" de la industria turística en Europa y a las huelgas que golpearon a Francia durante el primer semestre de 2003, no sin advertir que una parte de la pérdida declarada se debe a la aplicación de un cambio de método contable exigido por las normas francesas.

El título de Eurodisney ha sufrido una evolución caótica. Fue introducido en Bolsa en 1989, a 10,98 euros, y alcanzó un máximo de 25,15 en 1992; ayer cerró a menos de un euro en la Bolsa de París. La inversión en el Magic Kingdom francés precisó de 26.000 millones de francos de la época y sólo pudo salvarse gracias a un enorme aumento de capital suscrito, en 1994, por el príncipe saudí Al Walid. En 1999 fue necesario otro aumento de capital para financiar el segundo parque, pero las cuentas de Eurodisney entraron en números rojos en el ejercicio 2001/2002 y las pérdidas se han agravado en 2002/2003, con los acreedores a la puerta.

Más del 40% de los 2.200 millones de deuda recae en una entidad pública, la Caisse des Dépots et Consignations (CDC) y el resto se reparte entre más de 60 bancos, entre ellos BNP Paribas y Crédit Agricole. La compañía Eurodisney ha advertido de que "no podrá honrar sus obligaciones de servicio de la deuda" en marzo de 2004 si no se encuentra una solución. El 31% de la compañía pertenece al grupo estadounidense Walt Disney, el 16,3% está en manos de Al Walid y el resto del capital se encuentra en Bolsa.

Pocos dudan en Francia de que los poderes públicos y los acreedores franceses harán lo necesario para evitar el desastre. El sector público ha apoyado a Eurodisney con el fin de conseguir un polo de desarrollo económico al este de París, que se vendría abajo en caso de un drama en Eurodisney, además de los 12.000 empleos directos y otros tantos indirectos creados por los parques, los hoteles y centros recreativos.

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