Pombo recurre al periodismo para explicar que se pueden escribir novelas sin personajes relevantes

La jornada de clausura del Simposio anual de la Fundación Luis Goytisolo, celebrada ayer en El Puerto de Santa María, tuvo al escritor Álvaro Pombo como cautivador protagonista. "Traía una conferencia y voy a dar otra", advirtió el autor de El cielo raso en las horas previas a su intervención. "Va a ser un desafío al oyente inteligente, un happening irrepetible". La pregunta anunciada en el programa se mantenía, no obstante, en el aire: ¿Puede haber novela sin personajes?

Apoyado en su erudición, Pombo partió de Aristóteles, pasó por la Minima moralia de Adorno, la muerte del sujeto decretada por la Escuela de Francfort y su desarrollo por Blanchot y Foucault, para reflexionar sobre la posibilidad de acción sin personajes. "En el periodismo es algo que se ve muy bien: ofrece acción continua con personajes que son mindundis. Don Felipe y doña Letizia son representantes vacíos. Los ministros no tienen nada después del título, son irrelevantes, los sustituyes de un día para otro y no notas la diferencia. Y en Estados Unidos tenemos a un imbécil que no es nada, y que en cambio produce acción a punta de pala", aseveró el escritor.

"Naturalmente, todos ellos tienen un padre y una madre, pero es que en la vida es muy difícil encontrar personajes de verdad, en la acepción griega que sugiera la palabra karakter, personajes dotados con un carácter moral", añadió Pombo.

Tras el turno de Pombo, la escritora Alicia Giménez-Barlett explicó las dificultades que presenta la creación de un personaje serial, tras lo cual Ignacio Echeverría, Elvira Huelbes y Luis Goytisolo expusieron las conclusiones del Simposio.

Satisfecho con su desarrollo, Luis Goytisolo justificaba los encuentros de su fundación como un vehículo para "buscar diversos accesos a un mismo ámbito, el de la creación literaria". Al mismo tiempo, Goytisolo se mostró preocupado con algunos signos negativos de estos tiempos: "Si la narrativa española respondiera a lo que estamos hablando en estas jornadas, gozaría de una salud excelente. Pero la realidad es otra, es la propia esencia de la literatura lo que está fallando de acuerdo con los nuevos planes de enseñanza", comentó.

"Hoy se puede acabar brillantemente la enseñanza secundaria sin saber nada de historia literaria ni haber leído una sola obra. Son horas bajas para la creación literaria no sólo en España, sino en todo el mundo, motivadas por un cambio en los hábitos sociales", añadió. Sin embargo, el escritor abrió una puerta a la esperanza. "Siempre hay gente interesada en leer. Lo último que podría haber pensado Homero es que su obra pudiera ser comprada en un tugurio libresco, como el que vi hace unos días, en un tiempo lejano y traducida a otra lengua", dijo Goytisolo, que añadió: "No tenemos más remedio que confiar en la capacidad de resistencia de algo como la literatura".