El Consorcio de Aguas ejercerá un control directo sobre su filial Udal Sareak, cuestionada por el Tribunal de Cuentas

El Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia ejercerá un control directo de su polémica filial, Udal Sareak, sobre la que el Tribunal Vasco de Cuentas ha afirmado que actúa "como mero intermediario" y subcontrata "con terceros la totalidad de los encargos que recibe". El nuevo presidente de la entidad, el peneuvista Ibon Areso, vio aceptada su propuesta de que sea la asamblea general la que controle la actividad de Udal Sareak, una función que ahora recaía en el comité directivo del consorcio, formado sólo por miembros del PNV. La filial se creó en 1999 para encargarse del mantenimiento de la llamada red secundaria (las tuberías de agua que van en cada municipio desde la red principal a los domicilios) que el pasado año le facturó al consorcio casi tres millones de euros.

Areso, quien dijo no poder valorar si antes el esquema de control anterior estaba mal o no", justificó el cambio para equipararlo al sistema empleado en los ayuntamientos con sus sociedades anónimas. La modificación fue aplaudida por todos los partidos presentes en la asamblea, pero sólo recibió el apoyo del PNV. Incluso EA, su socio de gobierno en las principales administraciones vizcaínas, se abstuvo porque defiende más cambios en la filial. "Coincidimos con la opinión que ha expresado IU", dijo Jon Aritz Bengoetxea, edil de EA en Bilbao. Julia Madrazo (IU) planteó el reto de revisar, en los cuatro años de mandato, el objeto social de Udal Sareak, que incluye cometidos poco relacionados con el abastecimiento de agua, como operaciones inmobiliarias, servicios de gas y electricidad, recogida de basuras, explotación de concesiones y patentes o asesoramiento informático y comercial a empresas públicas y privadas. "Habría que acotarlo más", agregó Madrazo.

La asamblea del consorcio aprobó la constitución de la Comisión Especial de Cuentas y la Mesa de Contratación, también sólo con los votos del PNV, y el presidente anunció que se ha encargado un estudio sobre la actual representación de la asamblea, copada por el PNV (55 de sus 71 miembros) gracias al mayor peso relativo que tienen los municipios pequeños.