Margaret Johns, experta en feromonas
La doctora Margaret A. Johns, que demostró que las feromonas pueden provocar cambios hormonales en los mamíferos al activar los receptores de una diminuta cavidad nasal, un proceso que puede atraer a los animales del sexo opuesto, falleció el sábado 2 de noviembre en el hospital Manhattan de St. Vincent, a los 75 años. La causa fue un ataque cardiaco.
Los científicos conocían desde hacía más de un siglo una estructura nasal denominada órgano vomeronasal, situada a cada lado del septo nasal. Pero, por lo general, se creía que el órgano había perdido gradualmente su función y que el encargado de detectar los mensajes químicos inodoros conocidos como feromonas era el sistema olfativo.
Las investigaciones de Johns, publicadas en la revista Nature en 1978, condujeron a otros científicos a cuestionar, y posteriormente desechar, la idea durante mucho tiempo sostenida de que los humanos eran incapaces de detectar las feromonas.
En años recientes, las investigaciones realizadas han sugerido que el órgano vomeronasal actúa sobre la zona del cerebro conocida como hipotálamo, que es el encargado de producir hormonas y regular el apetito, la ansiedad, el miedo y otras conductas.
En su experimento, Johns, por aquel entonces una simple licenciada, descubrió que las ratas hembra empezaban a ovular si eran expuestas a un estímulo externo como la orina del macho. A continuación, bloqueó el órgano vomeronasal de varias ratas y repitió el experimento. Esta vez, la orina no produjo efecto, lo que sugería que las feromonas no sólo actuaban sobre el sentido del olfato, sino sobre un órgano que muchos creían carecía de una verdadera función.
"Existían pruebas de la comunicación mediante feromonas en insectos e invertebrados, pero ella fue la primera en hallarlas en los mamíferos", declaró Louis Monti-Bloch, que a comienzos de los noventa trabajó en estudios para demostrar que las feromonas pueden provocar cambios de conducta en los humanos. "Esto inspiró la realización de estudios que analizaban si estas mismas feromonas influían en los humanos".
En la actualidad, los científicos están desarrollando feromonas sintéticas que podrían tener diversos usos médicos como reducir la ansiedad y aliviar los síntomas del síndrome premenstrual.
Nacida en Boston, Margaret Anne Johns se licenció en el Hunter College, pero cuando ya estaba cerca de cumplir los cuarenta, tras criar a dos hijas. Se doctoró en el Instituto para el Comportamiento Animal de la Universidad de Rutgers.
A comienzos de los ochenta investigó en el hospital Mount Sinai de Nueva York y demostró que las células de la glándula pituitaria podían absorber serotonina. Su artículo, publicado en la revista Endocrinology en 1982, sugería que esta hormona podía influir en la glándula pituitaria anterior de los mamíferos, que ayuda a regular el crecimiento y la ovulación, entre otras cosas.
"Si la serotonina influye en la pituitaria anterior es una cuestión que muchos científicos siguen debatiendo hoy día", afirma Marc Freeman, profesor de Biología y Neurociencia en la Universidad Estatal de Florida.-
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