"¡Sofi, cógelo!, y me tiró por el aire un paquetito con un anillo"
"¡Sofi, cógelo!, y me tiró por el aire un paquetito con una cajita. Dentro había un anillo". Así ha contado la Reina la original y poco protocolaria forma en que el Rey selló su compromiso matrimonial con ella, el 12 de septiembre de 1961. Los reyes de España celebraron su pedida, no en un palacio como don Felipe y Letizia, sino en el hotel Beau Rivage, en Lausana (Suiza), ciudad en la que vivía la reina Victoria Eugenia. Los entonces Reyes de Grecia -Pablo y Federica-, acompañados de sus hijas -Sofía e Irene-, habían inaugurado en Lausana el pabellón griego de la Exposición Universal.
Don Juan, padre del actual Monarca, acababa de llegar de Estoril (Portugal), donde residía. Ambas familias decidieron cenar juntas esa noche. A los postres, el Rey pidió la mano de la princesa Sofía al rey Pablo de Grecia. Al día siguiente, en Atenas, 101 cañonazos anunciaron el compromiso, al tiempo que se hacía pública la nota oficial por parte de la Corte griega, mientras en España la noticia fue recogida sin mayores alardes por la prensa franquista.
"Me he comprometido con Ena. Abrazos. Alfonso", escribió a su madre Alfonso XIII
El 14 de diciembre de 1877, el rey Alfonso XII pidió a los duques de Montpensier la mano de su hija, María de las Mercedes de Orleans, en el palacio de San Telmo de Sevilla. Tras la muerte de Mercedes de Orleans, el 22 de agosto de 1879, se celebró la petición de mano de la que sería segunda esposa de Alfonso XII. En Ville Veillegard, en la localidad francesa de Arcachon, el Rey pedía a la archiduquesa de Austria la mano de su hija, María Cristina de Habsburgo-Lorena.
La petición de mano del rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg se celebró en Ville Mouriscot, en Anglet, localidad del sur de Francia próxima a Biarritz, el 25 de enero de 1906. El Rey pidió a la princesa Beatriz la mano de su hija, y ese mismo día envió un telegrama a la reina madre, María Cristina, en el que decía: "Me he comprometido con Ena. Abrazos. Alfonso".
Tanto Alfonso XII como Alfonso XIII regalaron a sus futuras esposas una pulsera de oro y brillantes.
Hubo que esperar casi nueve décadas, hasta 1994, para que se produjera un nuevo compromiso matrimonial en la familia real española. Jaime de Marichalar pidió a los Reyes, el 26 de noviembre de ese año, en el Palacio de la Zarzuela, la mano de su hija mayor, la infanta Elena.
Dos años y medio después, el 3 de mayo de 1997, La Zarzuela acogió una segunda pedida: Iñaki Urdangarín pidió a los reyes la mano de su segunda hija, la infanta Cristina.
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