Aznar y Chirac repasan hoy sus divergencias sobre Europa e Irak
España y Francia firmarán un protocolo para regular equipos policiales conjuntos
José María Aznar y Jacques Chirac se encontrarán hoy en la localidad francesa de Carcasona para celebrar la 16ª cumbre hispano-francesa con una agenda plagada de desencuentros. Desde los votos de España en el Consejo Europeo hasta los problemas siempre pendientes de interconexión energética, viaria y ferroviaria, pasando por la competencia por el ITER o las divergencias sobre Irak y el Sáhara, todo configura el panorama más conflictivo que se recuerda entre un jefe del Gobierno de España y el presidente de Francia.
La cumbre será, sin embargo, una de las más breves de la historia, ya que Aznar permanecerá en Carcasona apenas siete horas, suficientes para repasar el temario, pero no para lograr aproximaciones, que tampoco se esperan, en los problemas principales.
Otra nota de este encuentro es que, tal vez por primera vez, el terrorismo sólo tendrá una presencia muy indirecta en las conversaciones, lo que ambas partes interpretan como la mejor prueba de que las cosas marchan a la perfección al menos en ese capítulo básico de las relaciones.
La "solidez" de las relaciones bilaterales será, sin embargo, reiterada por los dos líderes -como ya hicieron el pasado septiembre en Quintos de Mora-, cuando concluyan la reunión de hoy, en compañía de sus respectivos ministros de Exteriores, Defensa, Interior, Justicia y Transportes, además de altos cargos de Economía. El estado de los principales problemas que Aznar y Chirac encontrarán sobre la mesa es el siguiente:
- Unión Europea. El reparto de votos en el Consejo y el tajante rechazo español al sistema de decisión propuesto por la Convención será ampliamente examinado, pero sin esperanza de acuerdo. Como ocurrió el martes en Berlín, Chirac y Aznar dejarán en manos de la presidencia italiana la iniciativa. El proyecto de defensa común europea que impulsan Francia y Alemania será también objeto de debate. Las visiones de Chirac y Aznar de la relación con Estados Unidos son muy distantes, pero dirigentes franceses han reiterado que no conciben una defensa europea sin España.
La advertencia de la Comisión dirigida a Francia para que modere su déficit, pendiente de ser aprobada en las dos próximas semanas, suscitará las diferencias conocidas sobre el Pacto de Estabilidad. La reforma de las políticas agrícolas y de solidaridad de la UE constituyen el principal punto de encuentro europeo entra Francia y España, que hacen frente común con Italia para moderarla.
- Temas multilaterales. Irak sigue siendo un punto polémico y será repasado a fondo, aunque tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la resolución 1.511, que legaliza la ocupación, hay menos necesidad de manifestar divergencias. Oriente Próximo, Siria e Irán son, en cambio, temas en los que las políticas de España y Francia se encuentran. Un problema muy conflictivo es el del Sáhara. Madrid apoya el plan Baker, respaldado por la ONU y aceptado por el Polisario. París secunda el rechazo de Marruecos.
- ITER. España y Francia compiten por la única candidatura europea para la sede del primer gran proyecto internacional de investigación de la fusión nuclear como fuente de energía. Madrid tiene el apoyo de EE UU. Francia se mueve mejor en Europa.
- Terrorismo. Está previsto que la cumbre apruebe un reglamento, promovido por España, para regular el funcionamiento de equipos policiales conjuntos de investigación sobre terrorismo y delincuencia organizada. La iniciativa, amparada por la legislación europea, permite que agentes de un país actúen en el otro en igualdad de condiciones. Un equipo similar para delitos de tráfico de inmigrantes se acordó el martes con Alemania. El Gobierno sigue preocupado porque Batasuna y organizaciones relacionadas actúen legalmente en Francia. El Gobierno francés ya calificó en la UE a la organización abertzale de terrorista, pero el fiscal general no ha actuado.
- Comunicaciones. El futuro del AVE Barcelona-París sigue comprometido. Euroferro, el consorcio que se adjudicó el tramo Figueras-Perpiñán, se retiró del proyecto después de que el Gobierno francés hiciera saber, el pasado abril, que la alta velocidad entre Perpiñán y Nimes no está en sus planes. Fomento dice que se trata de un problema entre empresas y no entre gobiernos, pero no puede considerar aceptable la resistencia francesa a unir a la red gala de autopistas la autovía Sagunto-Somport, completada el pasado enero. Francia alega cuestiones ecológicas.
- Energía. París alega esas mismas cuestiones para no aplicar acuerdos ya alcanzados con esfuerzo para desarrollar las interconexiones eléctricas y de gas a través de los Pirineos. Francia sostiene que está a punto de encontrar soluciones.
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