Los políticos de Rusia esconden su dinero
La ley obliga a difundir sus ingresos a los candidatos a las elecciones legislativas, pero todos los ocultan
La publicación de los bienes e ingresos de los candidatos a las legislativas de diciembre próximo, que es obligatoria según la ley, demuestra que la mayoría de los políticos prefiere ocultar sus ingresos reales y poner su riqueza a nombre de sus esposas u otros familiares. Sin embargo, unos pocos utilizan la oportunidad para hacer ostentación de su fortuna y saltar a las primeras páginas de la prensa. En las listas hechas públicas por la Comisión Electoral Central de Rusia (CEC), encabeza el grupo de candidatos ricos Jazret Sovmén, presidente de la minúscula república de Adiguea, que declaró más de 274 millones de euros de ganancias en 2002. Entre los más pobres hay 13 aspirantes a parlamentarios que el año pasado se las ingeniaron para sobrevivir sin haber ganado ni un rublo y no tener ni piso, ni coche ni cuentas bancarias.
Sovmén -que además posee la cuenta bancaria más grande: otros 275 millones- es miembro del partido pro Kremlin Yedínaya Rossía (Rusia Unida); le siguen Serguéi Muravlenko, candidato por el Partido Comunista, con cerca de 10 millones de euros de ingresos y una cuenta de ahorro de 42 millones. Muravlenko es en realidad hombre de Yukos como Konstantín Kagalovski, que se presenta por el partido liberal Yábloko y que tiene ahorros bancarios por la misma cantidad. El partido más rico es Yedínaya Rossía, con un promedio de poco más de 1.100.000 euros por candidato; la Unión de Fuerzas de Derecha (UFD) ocupa el segundo lugar, con un promedio 10 veces menor, seguido de los comunistas, con una media de 61.000 euros.
Entre los milagros reflejados en la lista, figuran los 13 candidatos que no ganaron ni un rublo en todo el año -dos son de Yábloko, uno de la UFD, otro del PC, tres del ultranacionalista Partido Liberal Demócratico (PLD) y el resto de organizaciones menos importantes-, y gente que ha vivido con sólo un rublo anual (menos de tres céntimos).
Yuri Luzhkov, alcalde de Moscú y candidato por Yedínaya Rossía, es considerado uno de los hombres más ricos de Rusia, lo que no está reflejado en su declaración. Luzhkov no tiene a su nombre ningún bien raíz en la capital, aunque sí un pequeño terreno y una casita en la provincia de Kaluga; también posee un automóvil ruso. El presidente del PLD, Vladímir Zhirinovski, tiene sólo un pequeño piso en Moscú -50 metros cuadrados- e ingresos mensuales de 761 euros. Más o menos la misma cantidad ganó el año pasado el líder comunista Guennadi Ziugánov, que tiene un piso tres veces más grande que el de su colega ultranacionalista. Borís Nemtsov, que encabeza la UFD, no tiene a su nombre ni siquiera un piso, pero declaró ahorros por un poco menos de 300.000 euros.
Los candidatos mienten y las declaraciones son un cuento que no se lo toma en serio ni la CEC ni los partidos, escribe el politólogo Leonid Radzijovski en el diario gubernamental Rossíiskaya Gazeta. Para los ricos, los partidos se dividen en los que ingresarán en la Duma y los que no; de ahí que los capitalistas vayan con más gusto por la lista comunista que por la de la liberal Rusia Automovilista. Porque en los tiempos que corren todo comerciante y empresario sueña con obtener la inmunidad parlamentaria, y poco importa qué partido se la dé.
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