La Constitución afgana prevé un Estado islámico democrático
El texto establece la igualdad de derechos de la mujer
Afganistán será una república islámica bajo un sistema presidencial y principios democráticos, que
garantizará los derechos fundamentales de los ciudadanos, entre ellos la igualdad de la mujer. Al menos así lo establece el proyecto de la nueva Constitución afgana,
que se presentó ayer, dos años después de la caída del régimen integrista talibán (1996-2001). El texto, que ha de ser debatido por una Gran Asamblea o Loya Yirga con representantes de las tribus de todo el país el próximo mes, es el paso previo para la convocatoria de elecciones presidenciales en el primer semestre de 2004.
La Comisión Constitucional presentó ayer el borrador, con dos meses de retraso por las disputas políticas sobre su contenido, en una ceremonia en el palacio presidencial de Kabul, ante el presidente transitorio del país, Hamid Karzai, y el ex rey de Afganistán, Mohamed Zaher Shah. El presidente de la comisión, Namatullah Sharani, dijo en el acto que el texto describe Afganistán como un "Estado único y unido, que pertenece a todos sus pueblos", al tiempo que destaca la importancia de "salvaguardar la independencia y la unidad nacional". Sharani hacía referencia a los problemas debido a la diversidad de etnias y tribus que conviven en Afganistán, bajo el mando de poderosos señores de la guerra, armados con sus propias milicias y reacios a acatar un poder central.
"Habrá un sistema presidencial fuerte, con un vicepresidente", explicó ayer Sharani. El presidente será elegido directamente por el pueblo afgano, no por los miembros del Parlamento, y no habrá primer ministro. El texto, que consta de 12 capítulos y 160 artículos, tampoco establece un cargo formal para el antiguo rey, que tendrá un papel ceremonial como "padre de la nación".
El borrador hace un llamamiento además a la tolerancia religiosa, al fin de la violencia -que vive sus peores momentos desde la caída de los talibanes-, a la igualdad en el derecho a la educación -negado a las mujeres durante el régimen integrista- y a la creación de un sistema de salud estatal. El proyecto constitucional no hace mención de la sharia o ley islámica, pero "está basado en principios islámicos y reconoce que la ley no puede ser contraria a la religión musulmana", según ha señalado la Comisión Constitucional.
La delegación del Consejo de Seguridad de la ONU que visita Afganistán, coincidiendo con la presentación del borrador, exigió ayer a las facciones afganas que pusieran fin a sus enfrentamientos. En una visita a la provincia de Herat (oeste), cuyo gobernador, Ismail Jan, ha sido acusado de ignorar a la autoridad central, la delegación, encabezada por el embajador alemán ante la ONU, Günter Pleuger, y en la que está el español Inocencio Arias, quiso dejar claro su apoyo a Karzai y demostrar que "Afganistán sigue siendo una de las cuestiones internacionales más importantes".
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