IU reclama repetir las elecciones en dos mesas ante las anomalías halladas

Izquierda Unida (IU) presentó ayer un recurso ante la Junta Electoral Provincial en el que le pide que anule los resultados de los comicios del 26-O en una veintena de mesas electorales de la Comunidad de Madrid. IU reclama la repetición de los comicios en al menos dos mesas, en las que la federación de izquierdas ha encontrado las irregularidades más flagrantes, según aseguraron ayer fuentes de esta formación. El PSOE impugnó una mesa y también reclamó por sus sospechas de que unos 20 interventores del PP votaron dos veces. Los socialistas afirman tener confirmados siete de estos casos.

Izquierda Unida sigue peleando para arrebatar el último escaño al PP, que los populares retuvieron incluso tras el repaso del escrutinio mesa por mesa. Concluida esta revisión a primera hora de la madrugada de ayer, IU se quedó a sólo 232 votos y el PSOE a 3.515 de hacerse con el disputado escaño. IU, cuyo candidato a estos comicios fue Fausto Fernández, está convencida de que, si los resultados de alguna de las mesas recurridas son anulados, logrará su décimo diputado, lo que reduciría la mayoría lograda por Esperanza Aguirre el 26-O a sólo un escaño de diferencia respecto a los conseguidos conjuntamente por PSOE e IU. La federación de izquierda solicitó a la Junta Electoral Provincial la anulación de los votos y los resultados de una veintena de mesas.

Los socialistas sólo han impugnado una mesa de la capital. El motivo, según explicó una fuente jurídica del PSOE, es que en ella se contabilizaron más papeletas que número de personas censadas tenían derecho a emitir su voto en esa mesa. La misma fuente añadió que, si esta reclamación es rechazada, los socialistas presentarán un recurso contencioso electoral en los tribunales. El PSOE también puso en conocimiento sus sospechas sobre el doble voto -votar más de una vez es delito- e instó a la Junta Electoral a poner los hechos en conocimiento del ministerio fiscal, según afirma en el recurso formalizado por los socialistas. IU pretende que se vuelva a votar (sería la tercera vez desde mayo), al menos, en los dos casos que considera más graves. Reclama nuevos comicios en una urna de Guadarrama (la mesa B del distrito 1, sección 3). El representante de IU ante la Junta Electoral, Gerardo del Val, relató lo que allí ocurrió: iniciada la votación, la urna fue desprecintada después de que una persona que no figuraba en el censo de esa mesa introdujera su papeleta; se sacó un sobre y se le preguntó si ése era el suyo, contestó que sí y fue sacado de la urna; la votación prosiguió ya con los precintos rotos, según del Val, quien considera que lo ocurrido requiere que los electores de esa mesa vuelvan a ser convocados.

El otro caso más grave ocurrió en la capital, en el distrito de Chamberí (mesa U del distrito 4, sección 38). Allí, una interventora del PP, según Del Val, metió "papeles" en la urna y posteriormente un impostor que se presentó como representante de la Junta Electoral ordenó continuar con la votación. Luego llegó un representante de la Junta, que en este caso sí acreditó su identidad, quien aseguró que él era el único representante del órgano que supervisaba los comicios en esa zona. Tomó nota de lo ocurrido y ordenó que prosiguiera la votación, según el representante de IU. La Junta Electoral Provincial tiene previsto reunirse a partir de las 10.00 de hoy para resolver las impugnaciones de los partidos. Después cabe recurrir a la Junta Electoral Central y, finalmente, ante los tribunales ordinarios. IU estudiará en los próximos días si también presenta reclamaciones por la veintena de casos en los que sospecha que interventores del PP votaron en la mesa en la que están inscritos y también en la que supervisaban. La federación quiere cotejar los censos para probar sus sospechas.

Las reclamaciones presentadas por IU y el PSOE son de índole diversa: una mesa en la que la votación empezó 15 minutos antes, cuando ya había cinco papeletas en la urna; votos por correo admitidos sin matasellos; mesas en las que se autorizó el voto a personas que tenían certificados censales emitidos por ayuntamientos; una papeleta con la inscripción "¡sí!" que la Junta Electoral consideró nula, y votos emitidos por electores que solicitaron el voto por correo y, sin embargo, depositaron la papeleta en persona con el argumento de que no lo hicieron por correo porque la documentación nunca les llegó.