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FÚTBOL | Modestos con historia

El porrito del 'Rulo'

Romero, un argentino de la Real cedido al Éibar, sancionado por tres meses por fumar cannabis antes de su último partido con el Chacarita

Sebastián Rulo Romero supo en agosto que lo quería contratar la Real Sociedad, subcampeón de la Liga española. Él, "un lateral o volante derecho con bastante despliegue y al que le gusta jugar con la pelota en el piso", según se autodefine, jugaba en el Chacarita, un equipo modesto de Argentina. Era su momento más soñado: dar el salto a Europa. Así que decidió darse un homenaje fumando un poco de marihuana. Un porrito.

La operación estaba casi cerrada, de modo que no esperaba jugar el siguiente partido, frente al Rosario Central. Sin embargo, el tránsfer no llegó a tiempo, y su entrenador decidió alinearlo. Jugó el encuentro, y debió pasar por la sala de control antidopaje y llenar un frasco con su orina.

Romero, de 23 años, buena técnica y una considerable superficie nasal como distintivo físico, llegó a San Sebastián y marchó directamente cedido al Eibar, el club más veterano de la Segunda División. El equipo guipuzcoano vive en buena medida de las herencias. Recurre a jugadores que no caben en la Real Sociedad, en el Athletic o en Osasuna. Así, aunque sea de prestado, puede gozar temporalmente de buenos futbolistas. Esa fórmula, sin embargo, tiene sus riesgos. En el caso de Romero, lo ha pagado directamente, aunque no tenga nada que ver en el asunto.

Después de que el Rulo jugara tres partidos, el Eibar se encontró con una comunicación de la AFA, la federación argentina, que le anunciaba una sanción cautelar. El 22 de septiembre ya no pudo jugar. En un principio, el jugador apuntó que la semana previa al control había sufrido una gripe. Pero, con el paso del tiempo y al conocerse que la sustancia que originó el positivo era cannabis, terminó por admitir su "error". "Fue una chiquillada de la que me arrepiento", ha reconocido.

Esta pasada semana se ha conocido la decisión: tres meses sin jugar, la pena mínima que le podía caer. El máximo es de dos años. Romero podrá reaparecer, pues, el 30 de noviembre.

En el Eibar ya le han perdonado el desliz. A partir de ahora, todo dependerá de él. Debe convencer de que su comportamiento es intachable y de que sus capacidades futbolísticas merecen la atención de la Real, con la que firmó para cuatro temporadas.

Sebastián Romero.
Sebastián Romero.AMAIA ZABALO / DIARIO AS

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